Francisco Canals, in memoriam
José Escandell. 14 de febrero.
El 7 de febrero recién pasado ha fallecido el Prof. Francisco Canals Vidal, Catedrático de Metafísica de la Universidad de Barcelona. Se trata de una de las grandes figuras de la filosofía española del siglo XX, tanto por su obra escrita como por la influencia que ha tenido con su actividad.
El lector podrá informarse fácilmente de la biografía de Canals en multitud de fuentes en papel y en internet, por lo que me excuso de referirla. Creo mucho más necesario, supuesto lo anterior, exponer en pocas palabras el alcance de su obra.
Canals es uno de los puntales destacadísimos del neotomismo, corriente de pensamiento en la que España ha sido fecunda. Puede decirse, sin temor a retoricismos, que Canals vivió entregado a la tarea de la construcción y defensa de la cultura católica. Es sucesor de Jaime Bofill, eslabón de continuidad de la fecunda Escuela Tomista de Barcelona, a la que se adscriben hoy, como hijos intelectuales de Canals, pensadores de la talla de José Mª Petit (recientemente fallecido también), Eudaldo Forment, Antonio Prevosti, José Mª Alsina, Enrique Martínez, etc. Una escuela con una vitalidad envidiable y con una ejecutoria ejemplar. Aunque la actividad de Canals no se ha limitado a este orden de cosas, sino que ha sido animador de revistas, publicaciones, cursos, sociedades, grupos, etc., con el objetivo de cultivar y difundir la sana doctrina.
Entre sus muchos escritos, permítaseme arrimar el ascua a mi sardina y mencionar los que me tocan más de cerca. Para una fundamentación de la metafísica (1968) contiene el plan de esta disciplina ad mentem Sancti Thomae. Y cuando, si de Canals se trata, el ad mentem debe entenderse en el sentido del deseo cordial y esforzado por realizar una lectura fiel del pensamiento del Doctor Angélico. Canals no ha sido hombre de medias tintas. Quien desee conocer un plano esquemático del alcance y posibilidades de la Reina de los Saberes, leerá este librito y disfrutará. Como en Cuestiones de fundamentación (1981), que recoge algunos trabajos dispersos, entre otros el librito de 1968. Hay un ajuste de cuentas muy relevante con Kant y con la filosofía moderna.
Quien quiera conocer seriamente por dónde transitó la mente de Canals, lea enseguida Sobre la esencia del conocimiento (1987). Ahora se trata de un tomo de 699 páginas denso y duro. (Sí, ¿para qué engañarnos? Como si la filosofía tuviera que ser accesible a cualquiera a la primera lectura…). La aportación de Canals en este punto nunca podrá ser pagada.
Asistí el 21 de abril de 2005 a la investidura de Canals como Doctor honoris causa de la Universidad Abat Oliba CEU. Leyó un texto (con la ayuda del Prof. Martínez) titulado Unidad según síntesis. Hay edición para la ocasión, aunque confío en que el texto habrá sido publicado en otros lugares. Unidad según síntesis es el emblema del pensamiento cristiano, cuyo maestro y máximo representante es Santo Tomás.
Por los difuntos hay que rezar, pues si es el caso que lo necesitan, les ayuda; y si no, ayuda a quien por ellos ruega. Eso ruego por Canals, deseoso de formar parte del grupo por quien él mismo intercede en el Cielo. Admirado por su obra. Deseoso de imitarle en lo posible, según mis posibilidades. Los católicos españoles tenemos muchos a quienes admirar a nuestro alrededor.