Redacción Madrid. 21 de enero. "El Gobierno de la Comunidad niega con absoluta rotundidad que haya llevado a cabo encargos de espionaje, seguimiento o informes sobre nadie". Así se pronunció hoy el consejero de Presidencia, Interior y Justicia, Granados, en un acto conjunto con el vicepresidente regional, Ignacio González.

   Las declaraciones de Granados se producen después de que el diario 'El País' publicara hoy que el equipo de investigadores secretos que supuestamente ha creado el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid ha realizado seguimientos al vicealcalde de la capital, Manuel Cobo.

   Entre una nube de periodistas, Granados quiso aclarar que el Gobierno regional no tiene nada que ver con esta supuesta trama y especificó que "no existe ninguna organización de espionaje montada por la Comunidad de Madrid para este tipo de situaciones". Además, aseguró que Cobo es "una víctima más" de este caso de "montaje", cuyo objetivo principal, a su juicio, es el "derribo del Gobierno de Esperanza Aguirre".

   El consejero, que dijo sentirse "sorprendido" por lo que se está publicando y una "víctima más" del "montaje" contra el Gobierno regional, manifestó que tanto él como el vicepresidente han mostrado su apoyo a Cobo y han celebrado que haya recurrido a la Fiscalía para que investigue estos hechos.

   Por otra parte, preguntado por si considera descabellado que esta trama de espionaje esté relacionada con Caja Madrid, Granados dijo: "No veo descabellado nada, ni dejo de verlo". "El objetivo es claro y hay que ver quién son los autores de esta operación", agregó.

   Preguntado sobre si el ex vicepresidente segundo y consejero de Justicia Alfredo Prada --que salió del Gobierno en la remodelación que la presidenta autonómica realizó en junio-- podría estar relacionado con la trama, Granados indicó que, cuando se desarrolló la crisis, Aguirre explicó las razones de la salida del consejero. "Ni el Gobierno considera que Prada haya estado envuelto en estas actividades ni existe ligazón entre la remodelación y los hechos que se relatan", dijo.

   Sobre quién puede estar detrás de la trama, Granados confesó que "no sospecha de nadie", pero matizó que el Ejecutivo autonómico "todos los días pone sobre la mesa decisiones que pueden afectar a personas poderosas, instituciones o empresas que puedan tener razones para montar una operación de este tipo", a su entender, "perfectamente elaborada".

   "Sospechas concretas sobre de dónde puede venir esto no tenemos, pero sí tenemos la convicción total y absoluta del fin de este tipo de montaje de acoso y derribo al Gobierno regional y a su presidenta, Esperanza Aguirre", manifestó, al tiempo que insistió en que prefiere no especular sobre los autores de la operación. "Cuando tengamos la investigación de la policía, daremos los datos oportunos", añadió.

   Por ello, pidió a la Fiscalía que inicie una investigación exhaustiva para llegar al fondo de la cuestión "para evitar que se siga especulando con algo que no tiene nada que ver con el Gobierno de la Comunidad de Madrid".

   El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, que deseó que esta supuesta trama de espionaje no termine ocultando otras cosas, como la imputación del equipo de Gobierno de Pinto, recordó que próximamente comparecerá en la Asamblea de Madrid para dar todas las explicaciones que pueda sobre este asunto. "El Gobierno dará la cara como siempre y explicará en relación a esto todo lo que sabe y lo que pueda aportar", subrayó.

   Granados también quiso aclarar que todos los datos que están apareciendo sobre la supuesta red "no se ponen en boca de nadie de la Comunidad de Madrid", sino que son sólo la conclusión de un medio de comunicación, por lo que deseó que este extremo se pueda comprobar.

   "Como sé que eso no existe, ni se ha montado, articulado o impulsado jamás desde este Gobierno espero que la policía investigue hasta las últimas consecuencias de dónde sale todo este asunto", precisó.

   Finalmente, señaló que el Gobierno autonómico ya presentó ayer en el Juzgado de Guardia una denuncia sobre el supuesto espionaje que se le ha realizado al vicepresidente, Ignacio González, al tiempo que dijo estar a la espera de que se pongan sobre la mesa todos los documentos de los que hoy habla 'El País' para que puedan ser analizados y así poder depurar responsabilidades.

   Pero Granados no fue el único que hoy compareció ante los medios, sino que a su aparición pública se sumó la de Ignacio González, que, tras ser objeto de un supuesto espionaje, dijo sentirse "agredido en su intimidad".

   "Me parece una cosa absolutamente condenable, lamentable y reprobable", mantuvo el vicepresidente, quien indicó que ha puesto los hechos en conocimiento de la Fiscalía para que aclare quién esté detrás de la trama y cuál es el objetivo que se persigue.

   González, que afirmó no conocer de dónde parte el seguimiento, vio su espionaje como "algo inadmisible, mafioso, inaceptable y no consentible en un Estado de Derecho". A su juicio, lo que hay que hacer es acabar con la supuesta trama y aclararla cuanto antes dado que "no beneficia a nadie".

   Además, insistió en que en el asunto hay dos hechos objetivos: por un lado que existe alguien que tiene información de su vida pública y privada, algo que "se conoce en el entorno", y que alguien "ha tenido mucho interés en gastar mucho dinero y mucha información en un montaje de seguimiento muy sacrificado".

   "No sé qué fin persiguen y considero que es una actitud inadmisible e ilegal que me gustaría que finalizara cuanto antes", concluyó.