Guerra entre Monárquicos o Republicanos
Javier Gracia Isac /Una Hora en Libertad. Las tonterías de la izquierda no conocen límites. Se avergüenzan tanto de su pasado, que en lugar de reconocer los errores e intentar no repetirlos, sacan pecho de los delitos cometidos, se dedican a tergiversar la historia y a mentir sobre los crímenes realizados y su responsabilidad.
El 18 de julio de 1936, se reanudó una guerra iniciada y provocada por la izquierda en 1934. No es una guerra entre Monárquicos o Republicanos. Es una guerra entre España y la anti España, es una guerra entre asesinos y los que no se dejaron asesinar, es una guerra entre los que pretendían destruir la nación y convertirla en “otra cosa”, según los designios de la Unión Soviética, o aquellos que defendían su unidad e independencia.
La izquierda no ha superado el trauma que le supuso la derrota y pretende ganar en los despachos, lo que no supieron ni pudieron ganar en el campo de batalla. Mienten de manera sistemática sobre los hechos sucedidos, sobre los acontecimientos. Están molestos porque “media España no se resigno a morir”, no soportan que no se dejaran asesinar.
El nuevo equipo de gobierno del ayuntamiento de Madrid, pretende continuar con la “obra” iniciada por el llamado “viejo profesor”, un pésimo alcalde, un malísimo y sectario regidor, cuyo mayor merito consistió en “tocarle una teta” a Susana Estrada y en cambiar en nombre a gran número de las calles de Madrid, además de alentar a los jóvenes de la época a “colocarse y estar al loro”. Todo muy didáctico y simpático. Parece ser que lo comenzado por Tierno Galván estaba inconcluso, inacabado, y como todo en la ciudad de Madrid funciona de manera fantástica y no hay nada mejor que hacer, Manuela Carmena se ha propuesto como algo prioritario la eliminación de calles y plazas de personas que ella considera vinculadas con el régimen anterior.
Por cierto, todo esto amparándose en la “ley de la mentira histórica” del señor Rodríguez Zapatero y que Rajoy ha sido incapaz de derogar a pesar de su holgada y conocidísima mayoría absoluta. Entre los nombres que desea eliminar se encuentran desde Santiago Bernabéu, sigo esperando que Florentino Pérez se manifieste, hasta el inimitable Salvador Dalí, pasando por infinidad de víctimas del terror rojo o militares que sirvieron con honor cuyo mayor delito era el no haberse dejado matar.
La paranoia, la locura, el esperpento, el cumulo de despropósitos es de tal magnitud, que yo me pregunto que si el “delito” cometido por estos ilustres personajes era el de no pensar como Manuela Carmena, el de no pensar como ellos, el de no simpatizar con el comunismo y su política de terror y miseria, el haber colaborado en cierta medida con la obra de Franco o mostrar cierta simpatía hacia su persona, son muchas las cosas que deberían ser eliminadas, cosas como la seguridad social, las prestaciones sociales, las pagas extras, la televisión española, los pantanos, el Rey y la Reyna, me refiero a los eméritos. Podíamos también volar edificios como los nuevos ministerios, carreteras como la M30. Creo que tiene mucho trabajo por delante la señora Carmena, suerte que cuenta con un gran equipo de indocumentados y con la inestimable ayuda de una “asalta capillas” que a buen seguro le facilitaran su labor.
Una última cosa señora Carmena, podrán borrar los nombres y quitar las placas de las calles, podrán sustituirlas por gente afín que sean igual de sectarios que usted, pero no podrá nunca quitarles su honor ni borrarlos de nuestra memoria.