Habrá que pensar en dedicar más porcentaje del PIB a Sanidad
Los dos recursos sanitarios deben dar respuesta adecuada, a las necesidades en salud de los turolenses, facilitando a los ciudadanos el acceso a la atención sanitaria especializada con equidad.
La entrada en funcionamiento de ambos Hospitales no se debería demorar más de 4 años.
La implantación de la Anestesia Epidural en el hospital de Alcañiz es primordial e inaplazable.
La Atención Primaria debe ser el nivel del liderazgo del Sistema de Salud, para ello es necesario potenciarla con Recursos Humanos y Materiales. Sin un incremento presupuestario y sin el necesario liderazgo de los médicos, la mejora del nivel no es posible. Desde ella se debe guiar al paciente en su recorrido sanitario.
Cambios en el entorno (envejecimiento, inmigración, paciente cada vez más informado y exigente) y en las organizaciones (cambios tecnológicos, cambios organizativos, descentralización,...) condicionan los retos a los que se enfrentan los sistemas sanitarios y por tanto el turolense.
El encarecimiento de la sanidad, el envejecimiento de la población y la aparición de nuevas tecnologías médicas y productos farmacéuticos, son elementos que condicionan la evolución de los sistemas de salud.
Todos los países están ahora destinando una parte mayor de su PIB a sanidad. Esto es directamente insostenible. No se puede crecer de forma ilimitada por encima del crecimiento de la riqueza. Y ello nos lleva al principal problema que tienen ahora los sistemas sanitarios de los países de nuestro entorno: la SOSTENIBILIDAD.
La Ley de Cohesión del Sistema de Salud, no quiso olvidar al verdadero motor del sistema, que no es otro que el profesional sanitario. Hay que mejorar los cauces de participación que éstos pueden utilizar a la hora de proponer nuevos objetivos y estrategias.
Problemas como la excesiva rigidez de las estructuras organizativas, los desajustes entre la oferta y la demanda, la preponderancia del factor asistencial sobre el gerencial, el aumento constante de los costes asistenciales, la oferta de nuevos servicios sin tener presente los criterios de coste-beneficio o la dependencia cada día más notoria de la tecnología sanitaria, que también hay que evaluar y aplicar solo aquella que ha demostrado su eficiencia y su eficacia. Todas ellas son pinceladas de esa realidad compleja a la que nos enfrentamos.
Esa realidad también se está viendo afectada por factores de tipo sociológico, como la demanda creciente de servicios, los movimientos migratorios, el envejecimiento de la población, la evolución de los patrones epidemiológicos y de morbilidad o el aumento de las enfermedades crónicas y, por tanto, de la dependencia física y psicológica del enfermo.
A todo ello hay que añadir un hecho no menos significativo y es que la ciudadanía, consciente de sus derechos y en sintonía con las altas cotas de bienestar alcanzadas, sigue exigiendo que el nivel de la calidad asistencial aumente, de forma pareja a los avances en el campo de la terapéutica o la tecnología médica. Obviamente esta actitud está induciendo, un crecimiento constante de los costes sanitarios.
Parece evidente que, en estos momentos, ni la economía española, ni la de la Comunidad Autónoma de Aragón, está preparada para soportar, a medio o largo plazo, el incremento de los costes que se vaticina y que según todos los indicios vendrá derivado del aumento de la población o del envejecimiento poblacional.
En este sentido, creo de interés destacar, el impacto que dichos factores están provocando en la provincia de Teruel, aunque más el segundo factor.
Del envejecimiento baste indicar que hoy un gran porcentaje de la población total, empadronada en Teruel, son mayores de 65 años.
Esa población, cuya tasa de supervivencia es cada día mayor, se caracteriza a nivel sanitario por sus altos niveles de dependencia del entorno, por un crecimiento de la discapacidad, por la cronificación de las enfermedades físicas o psíquicas así como por el aumento de la demanda de servicios sociosanitarios, lo cual comportará indudablemente más gasto.
Deberemos adaptar nuestros centros sanitarios a la nueva situación, donde el paciente cada vez es más mayor y más dependiente y por ello nos tenemos que dotar de Centros de Media y Larga Estancia donde el profesional especializado en Geriatría de respuesta a estos nuevos pacientes. Se deberán aumentar las camas de crónicos, manteniendo las camas de agudos. Se deberán crear equipos de trabajo multidisciplinares.
El médico debe cumplir las Leyes emanadas del Parlamento, y así se hará, estamos satisfechos porque por primera vez en una Ley se contempla la Objeción de Conciencia. Lo único que pedimos es que se regule una Ley General de Objeción de Conciencia.
- Aportar mayor prestigio profesional.
- Garantizar un control de calidad y preparación científica de los profesionales.
- Lograr la aceptación del Código Deontológico como norma de obligado cumplimiento.
- Y una que nos estamos imponiendo últimamente: la Certificación Médica.