Joaquín Fortunati Fernández. Como pasa el tiempo, lo hace rápido, sin que te des cuenta, parece que no cambia nada pero en realidad en un año pasan infinidad de cosas. Pues sí, ya hace un año que te fuiste Marta, que te arrancaron la vida de la peor manera posible, o así es como pensamos, porque en realidad aún no sabemos qué pasó contigo, qué te hicieron, quién te lo hizo y un largo etcétera de dudas y preguntas que nos asaltan a todos los sevillanos y a todos los españoles que hemos seguido la evolución de tu caso. Hace ya un año que tu familia inició su particular “vía crucis” buscándote por todas partes, movilizando a todo el barrio, a toda la ciudad, y por desgracia y una vez más, a todo el país ante la desaparición de una joven de 17 años.
Y por desgracia tan solo un mes después se confirmó lo inevitable según la versión de estas “personas” (por llamarlas de alguna manera), de que habían acabado con tu vida, una joven llena de ilusiones, de planes de futuro, con toda una vida por delante, con el apoyo de una familia maravillosa, que ha demostrado todo el cariño que te tienen y que te tendrán siempre, la mayoría de tus amigos… Has conseguido lo que por desgracia muchas como tú han logrado antes, ser conocida por un hecho tan trágico y tan lamentable que no debería de seguirse repitiendo, pero al que nos estamos acostumbrando en exceso.
Por todo ello, este escrito te lo dedicó en primer lugar a ti, estés donde estés, que sepas que sigues muy viva en el recuerdo de todos los sevillanos, que desde entonces falta uno de nosotros, alguien que ya no va a vivir la Semana Santa a nuestro lado, ni va a disfrutar con la feria, ni va a poder salir más con los amigos, aquellos que te han apoyado siempre y te han aceptado tal y como eres. También se lo dedicó a tu familia y muy especialmente a tus padres, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, desde éstas humildes líneas decirles que siento una profunda admiración por ellos, por lo que han luchado, por lo que han sufrido y siguen sufriendo, y porque puedo imaginar el tremendo dolor que deben estar rememorando estos fatídicos días. Decirles que este sevillano que escribe, está a su disposición para lo que necesiten, que les ha ocurrido lo peor que le puede pasar a cualquier familia y que sigan luchando por su hija, porque es lo que está en juego, que se haga justicia, y no quiero dar nombres porque ya los conocemos ampliamente y no vale la pena.
En tercer y último lugar dedicar este escrito a todo su barrio que ha mostrado un apoyo incondicional desde el primer día, y que al igual que todos los sevillanos han luchado primero buscándote en vida y luego porque se hiciera justicia, aunque lo peor de esta situación, es que  aún no se haya hecho justicia.
Me despido ya diciéndote algo que te resultará familiar Marta, estés donde estés, te queremos.