Hernández Mancha: “No quiero ganar el cielo, quiero ganar las elecciones”
Eduardo de Prado. El que fuera presidente AP, Alianza popular, durante varios años, Sr. Hernández Mancha declaraba en el programa EL CASCABEL, por la noche en 13 TV entre otras cosas y cuando hubo de referirse a la retirada de la Ley de Aborto por parte del PP y la dimisión del ministro Ruiz-Gallardón que “no quiero ganar el cielo, quiero ganar las elecciones” (sic).
Bien. Pareciera inteligente que un partido, en este caso conservador, de derechas, el PP, aunque en su fuero interno, -muy interno, muy poco visible-, tuviera cierta ‘querencia’ y tendencia cristiana y católica, (en su fuero interno, muy interno y sin que se note mucho…) pensara que lo primero es ganar las elecciones, para luego poder hacer su política. “Primun vivere, deinde philosophare” solemos decir, o sea primero ganar las elecciones y tener el poder y el gobierno para luego poder hacer las leyes prometidas a sus electores y votantes.
El problema surge cuando el “quiero ganar las elecciones (y no ganar el cielo)” se transforma en un “sólo quiero ganar las elecciones” ; para luego pasar ya a un inmisericorde “lo único que quiero y me interesa es ganar las elecciones”.
Una especie de ‘yakeezación’ de la política. No en vano Hernández Mancha presumía de tener buena parte de sus contactos, más que en Europa, en los EE. UU.
Se habla de algunos partidos políticos, incluso en España, de que son una máquina perfecta para ganar elecciones y sólo para ganar elecciones. Y la subsiguiente corrupción -CORRUPCIÓN- no sería propiamente una anomalía si no, se dice, el fin principal buscado ab initio. El poder y enriquecerse.
Algunos citan como paradigma el famoso PRI de México…. Pero en España.... en España y sus Autonomías.... pues… ustedes ya saben.....
La abundosa y obscena corrupción -CORRUPCIÓN- ‘transversal’ -que afecta a todos los partidos y sindicatos, de derechas y de izquierdas en España- coloca a la Partitocracia española y a los votantes en una situación inquietante, por decirlo muy suavemente.
Así:
- Si el PP acaba por ser un partido al que sólo interesa ganar las elecciones, (olvidando las promesas a sus electores) y por dedicarse sólo a controlar a la opinión pública y publicada, que expresan, a lo máximo, un par de centenares de tertulianos y periodistas en España.
- Y si la izquierda, de un lado sólo fuera una ‘maquinaria’ perfecta para ganar elecciones y de otro, otras izquierdas fueran radicalmente anticristianas, cristianófobas, anticatólicas y anti religiosas.
¿Cual sería la situación de los cristianos en esa España ya sean de centro, ya de derechas ya de izquierdas; bien sean conservadores, tadicionalistas bien progresistas, bien liberales o ya católicos ‘ortodoxos’?
Podría afirmarse que tales cristianos españoles carecen de referente político en esta Partitocracia corrupta y sin valores, o en todo caso con valores que no son los cristianos.
1. Decía que el que fuera presidente AP, Alianza Popular, durante varios años, hoy del PP, Sr. Hernández Mancha declaraba ayer en el programa ‘El cascabel’, por la noche en 13 TV, entre otras cosas y cuando hubo de referirse a la retirada de la Ley del Aborto por parte del PP y la dimisión del ministro Ruiz-Gallardón, que “no quiero ganar el cielo, quiero ganar las elecciones”. Lo peligroso es que luego en voz baja, con la boca pequeña, matizó y añadió: ‘el cielo, o mi salvación ya me la buscaré o procuraré yo privadamente, particularmente’. O sea la religión y los valores de la religión o/y del cristianismo, a las sacristías y a la vida privada. En esto los del PP, aparentemente cristianos, coincidirían con los laicistas radicales de los otros grupos de izquierda.
Pero “importa poco de donde vengan los golpes, con tal que den en el mimo objetivo”. Es viejo ya y sabido.
2. Los cristianos no tienen por qué dejarse arrebatar las banderas que han sido suyas históricamente. La justicia social, por ejemplo, el combatir contra el capitalismo salvaje, por ejemplo (así Juan Pablo II).
Chesterton afirmaba que el comunismo “es un cristianismo que se ha vuelto loco”. Se entiende bien lo que quería decir. Más, mucho mejor todos aquellos que sabemos y recordamos lo que pone el Evangelio acerca de los primeros cristianos los que “todo lo tenían en común”.
Quiere decirse que si el pueblo español se auto percibe –sea erróneamente o no, sea con razón o sin motivo– como de centro-izquierda, un partido cristiano no tiene por qué, ni como misión, enmendarle la plana a la auto percepción del pueblo español y deberá ser también de centro izquierda, como quiere ese pueblo; Eso ‘a ‘’nivel Definición’. A ‘a nivel Marca’. A ‘nivel Autodefinición’.
Luego, ese partido social y cristiano ya verá qué sosas debe conserva, y qué cosas no. En qué debe segur la tradición y en qué cosas no. Qué cosas cambiar y cuales a no. Qué límites tiene la propiedad privada y qué no se le puede permitir ni tolerar (Solicitudo rei socialis).
Un segundo gran error consiste en creer que siempre hay que mandar desde la mayoría absoluta, desde el gobierno y desde los grupos parlamentarios mayoritarios. En España sabemos que NO es así cada vez que uno de los dos grandes (PP y PSOE) no obtienen mayoría absoluta en el Congreso de los diputados. Lo importante es ser decisivo para pactar leyes, para quitar y poner gobiernos aunque sólo sea desde la Minoría Decisiva.
Y en los espacio menores, léase municipios y comarcas, esto mismo vale igual o mucho más todavía.
Dicho lo cual: cada vez parece más claro que España (y Europa) necesita un gran partido español social-cristiano que yo definía como “necesario”. Muy social, “muy reivindicativo”. Muy de los trabajadores y clases medias, SÍ, y de los pobres y DESEMPLEADOS, SÍ... pero CRISTIANO.
Muy “muy sindical”, SÍ... pero CRISTIANO. Social-cristiano de España. Social-cristiano de Europa....
Es decir, que no se deje arrebatar la bandera de la justicia social como no se la dejan hoy arrebatar por ejemplo la HOAC, Manos Unidas, las Cáritas Diocesanas y tantos movimiento cristianos de base.
En es sentido y para mantener la laicidad del mismo, apostillaba que: no necesitamos curas, obispos ni cardenales para ponerlo en macha: sólo hombres y mujeres del pueblo, de la base, por millones, que los hay.
Es además como a modo de una ‘medicina preventiva’. En varios sentidos.
Un partido que, cierto, luego podría aglutinar en torno a si una gran federación y confederación de todos los grupos y movimientos sociales cristianos en general y católicos en concreto de la base social, de la sociedad civil y otros sectores de buena voluntad en España (y luego en Europa).
Pues de eso se trata. BCN