Ibarra llama "bebés de tres meses y medio" a los nuevos miembros de la dirección del PSOE
El 37º Congreso Federal del PSOE ha servido para que José Luis Rodríguez Zapatero lleve a cabo el cambio generacional en la dirección del partido. Un cambio que tiene como máximo exponente a la 'número tres' socialista, la nueva secretaria de Organización, Leire Pajín, de sólo 31 años de edad (la misma que tenía Felipe González cuando fue elegido secretario general del partido, como ha recordado Zapatero).
Tanta juventud no parece gustar a todos por igual y, si Alfonso Guerra afirmaba que la de Zapatero era una apuesta clara por la juventud y que ésta es una generación de políticos que tiene un proyecto propio, el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra se limitó a decir que no conocía a la nueva dirección socialista, a los que llamó "bebés de tres meses y medio", y a anunciar que el Congreso marca el final de su vida política.
Durante su discurso de clausura, Zapatero se dirigió a los más jóvenes del partido de quienes dijo que han sabido empujar, agitar y remover la tranquilidad que puede haber en los que están en el Gobierno. "Nos habéis hecho presente que nadie como vosotros confía en España", proclamó Zapatero que se deshizo en alabanzas a quienes "cada día estáis más preparados" y por eso, se han incorporado "como nunca a la dirección del partido".
Aunque acto seguido, el presidente del Gobierno quiso matizar sus propias palabras y dijo que esta afirmación podía ser "discutible" porque cuando el ex presidente del Gobierno Felipe González accedió a la secretaría general tenía la edad de Leire Pajín, recién elegida como secretaria de Organización. Zapatero también dedicó un agradecimiento a los "más veteranos" por la "generosidad, el saber estar y el saber ceder un paso". En este capítulo quiso hacer menciones especiales para Manuel Chaves "por ser como es como persona, por lo que representa, nada menos que a toda Andalucía" y para los vicepresidentes del Gobierno, Pedro Solbes y María Teresa Fernández de la Vega.
Pero antes incluso de esta mención genérica a los veteranos del PSOE, Zapatero quiso tener un reconocimiento especial para una de las pocas voces discordantes que se han escuchado durante el cónclave socialista, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, uno de los que sale de la Ejecutiva Federal, pero al que el líder socialista quiso hacer una "referencia singular" por lo que "representa y por lo que da a este partido".
Un Ibarra que el viernes, al comienzo del Congreso, alertó que la renovación en la Ejecutiva que se perfilaba podría suponer dejar las riendas del partido en "bebés de tres meses y medio". "Hay que tener mil mítines a la espalda, cinco años de cotización a la Seguridad Social y, después, poder enfrentarse a un ministro", espetó el ex presiente de la Junta de Extremadura para reclamar "respeto por las viejas glorias". Hoy, interrogado por la composición de la Ejecutiva despachó la pregunta con un seco: "No la conozco. Yo ya he terminado en política".
Otros veteranos con carácter se mostraron más locuaces a la hora de valorar el cambio generacional producido en la cúpula del PSOE. Alfonso Guerra afirmó que la conformación de la Ejecutiva Federal, totalmente paritaria con 16 hombres y 16 mujeres, supone una apuesta "muy clara" por la gente joven y aseguró que existe una nueva generación de dirigentes socialistas que "tienen su propio proyecto y quieren llevarlo adelante".
Distinta es la visión que tiene de la nueva Comisión Ejecutiva Federal el presidente del PSOE y presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Cháves que destacó la "habilidad" de Zapatero que ha logrado que en la dirección estén representadas "todas las generaciones políticas del partido y biológicas". "No sólo son personas jóvenes, sino que hay personas de todas las generaciones y que tiene una contrastada capacidad de trabajo y que tiene experiencia de gestión", sentenció.