Incondicional
Victor Alvarado
Para los que buscan en el cine algo más que pasar un rato entretenido, llega la gran pantalla, con pocas copias por desgracia, Incondicional (2012). Se trata de una cinta de gran riqueza antropológica y que no puede dejar a nadie indiferente.
Samantha es una ilustradora y escritora norteamericana, que vive felizmente casada hasta que su marido es asesinado, por lo que intenta suicidarse, porque piensa que su vida no tiene sentido. Por una serie de circunstancias, que nos vamos a desvelar, se reencontrará con Joe, una persona que le orientará y le guiará por un sendero sorprendente para ella.
La dirección corre a cargo de Brent McCorkle, que, con bajo presupuesto, pero con mucho ingenio y buenos diálogos consigue atraparte mediante un largometraje cargado de dramatismo y sin buscar la lágrima fácil, pero no perdiendo el sentido del humor e incluso obsequiándonos con alguna que otra escaramuza de acción. La banda sonora destaca tanto por la calidad como por la profundidad de sus letras.
Los actores no son conocidos, lo que no es de hecho un inconveniente para que nos ofrezcan sentidas interpretaciones. El actor, Michael Ealy interpreta el papel de Papá Joe, un persona que existe en la realidad, pues estamos ante una producción basada en hechos reales, que dedica su vida a acoger y educar a niños huérfanos o en situación de riesgo de exclusión social.
La actriz Lynn Collins representa el papel de una mujer desesperada, que busca el sentido a la vida. Nos ha gustado el personaje de la anciana tanto por su implicación con el desvalido como por las frases de gran sentido común que salen de su boca.
Incondicional sorprende por la cantidad de temas que desarrolla de manera certera y en un espacio breve de tiempo, ya que la película tiene un escasa duración (97 minutos). El tema principal, al que hace referencia, es al amor con mayúsculas que nos ofrece Dios, lo que lleva a algunas personas a darse a los demás. Un valor que transforma al hombre en lo más hondo de su ser. En definitiva, estamos ante la historia de una conversión-redención. Por último, no deben perderse una escena, que recuerda a otra película: Up de Pixar, donde se nos habla de la importancia de la acogida. El realizador ensalza la generosidad de los padres, que adoptan a los que no han tenido la oportunidad de conocer a los biológicos o éstos les han fallado.