Redacción Madrid. 6 de mayo. El Barça necesito 93 minutos y el acierto de Iniesta para asegurar la final de la Champiosn a celebrar en Roma. 93 minutos de partido y ni un sólo tiro a puerta de los de Guardiola durante los que el Chelsea soñó con jugar frente al Manchester United la final. Iniesta les despertó del sueño con un golazo de los que hacen afición.
La gloria de la final llevaba instalada en el campo del Chelsea hora y media, desde que una volea de Essien a los nueve minutos adelantaba a los británicos en el marcador. El Chelsea impuso entonces el cerrojazo y no dejó ni un sólo espacio para la penetración de la escuadra barcelonista, que veía pasar los minutos sin un sólo disparo a puerta. Hasta que llegó Iniesta y abrió para los blaugranas las puertas de la final de Roma.