Lo principal que le ofrezco a mi electorado es sinceridad; es coherencia. Yo me he comprometido a cambiar el nacionalismo y eso voy a hacer. Y, para ello, es importante que consiga compromisos concretos del Partido Socialista en la línea de la Libertad lingüística, en la línea del respeto a la Constitución y al Estatuto, en la línea de la derrota del terrorismo y su deslegitimación social.

¿Existiría alguna posibilidad de que el PP vasco apoyase a un lehendakari del PNV que no fuera Juan José Ibarretxe?

No existe ninguna posibilidad porque en el PNV está todo en el mismo paquete. El PNV está respaldando las propuestas independentistas, las políticas que no hacen todo lo necesario para acabar con ETA; las políticas que legitiman a Batasuna. Y en ese viaje no está el Partido Popular. Nosotros estamos en lo contrario: estamos en España, en la Paz y en la Libertad.

¿Creen que el resultado de estas elecciones suponen un mensaje claro de la ciudadanía, un mensaje de rechazo al nacionalismo que lleva 30 años en el poder?

Supone un mensaje hacia los ciudadanos de que no sólo el PNV es el partido que tiene derecho a gobernar el País Vasco. El PNV ha tenido un buen resultado, pero PP y PSE sumamos más. Hay que ser conscientes de que ese resultado de mayoría, entre las dos formaciones, tiene que llevarnos a ponernos de acuerdo en lo prioritario: para que ésta sea una legislatura en la que se le dé la puntilla a ETA, acabando con los beneficios que tiene esta banda, indirecta o directamente, de un Gobierno vasco.

¿Qué le parecen las declaraciones de algunos miembros del PNV, amenazando a quienes, según sus palabras, les quieren “echar” del poder?

Me parece que están desquiciados y que no pueden seguir un minuto más en el poder. Demuestra que se creen que el País Vasco es suyo; que no han entendido nunca que la prioridad de un político vasco es la derrota del terrorismo y que los vascos podamos convivir. Demuestra que hace falta más que nunca que el PP y el PSE nos pongamos de acuerdo para hacer una política nacional.

¿No le parece que ahora, quizá más que nunca, es fundamental la unidad entre los miembros del PP, sin que los personalismos eclipsen el proyecto político?

Es más importante que nunca que estemos unidos en un momento en el que tenemos un socialismo de Zapatero que nos lleva hacia la absoluta crisis económica y de valores; en un momento en el que el nacionalismo en España está más fuerte y con ganas de romper el país; y en un momento que existe una amenaza terrorista, es muy importante que el Partido Popular esté en lo fundamental y no en las guerras internas.

¿Piensa, como otros compañeros suyos, que los resultados de Galicia y el País Vasco suponen un espaldarazo claro a Mariano Rajoy como líder del partido?

Yo estoy con Rajoy. Creo que su espaldarazo fue en el Congreso de Valencia. Creo que es un buen líder político, que todos respetamos en el partido y que todos tenemos que apoyarle. Pero para mí, lo importe de las elecciones vascas está en que existe la posibilidad de sustituir al nacionalismo, en que existe la posibilidad de acabar con el terrorismo y en que existe la ocasión de defender las Libertades.

¿Teme Vd. que López pueda, en palabras suyas, “quedarse en una simple noche de bodas”, en vez de mantener un acuerdo estable de gobierno?, ¿por qué?

Puede que sea su interés pero yo haré todo lo posible por intentar llevarle a que eso sea más duradero. Pero no por mi propio interés, si no por la necesidad que tenemos de que en este país empiecen a ponerse en primera fila: la derrota del terrorismo, la posibilidad de elegir la lengua en la que se estudia o que Batasuna deje de tener espacios públicos. Y, como es tan importante todo lo que tenemos que hacer, voy a intentar por todos mis medios que esto no se quede simplemente en un noche de talante.