Redacción Madrid. 16 de septiembre. El embajador de la República Islámica de Irán en la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Ali Asghar Soltanie, declaró ayer que "si durante otros diez años el director de la agencia sigue presentando informes sobre Irán seguiría diciendo no haberse observado indicios de desvío en las actividades nucleares del país hacia fines militares".

   Soltanie hizo estas declaraciones con ocasión de la entrega del nuevo informe acerca de las actividades nucleares iraníes a la Junta de Gobernadores por parte del director general de la AIEA, Mohamed ElBaradei. "Este informe vuelve demostrar que a pesar de todas las inspecciones, sin parangón en la historia de la agencia, no se ha observado ningún desvío y todos los materiales nucleares han sido inventariados", insistió.

   "En cuanto a los supuestos estudios es menester reseñar que debido a las trabas, problemas e intromisiones de Estados Unidos en los asuntos internos de la agencia, ésta no ha podido entregar la documentación pertinente según el plazo acordado, aunque Irán ha demostrado que consta de 117 folios de respuestas verificadas que las acusaciones de Washington relacionadas con el ordenador portátil interceptado son totalmente falsas", declaró el embajador iraní.

   "Por tanto Teherán ha demostrado ser leal a sus compromisos, por lo que se debe cumplir con los protocolos de forma ordinaria", agregó, según informó la agencia de noticias IRNA.

   No obstante la AIEA diverge en su opinión y ayer manifestó en el informe confidencial que la investigación que está llevando a cabo en Irán sobre su programa de enriquecimiento de uranio ha llegado a un punto muerto debido a la falta de colaboración de Teherán.  

  El informe indica que Irán incrementó el número de centrifugadoras de enriquecimiento de uranio de las 3.300 de mayo a 3.820 y apunta a que se están instalando otras 2.000 más. Además, insta a las autoridades iraníes a tomarse en serio las acusaciones de las agencias de inteligencia para evitar las sospechas y confirmar que su programa nuclear es, tal como aseguran, enteramente pacífico.