Jerusalén. Después de una no disimulada decepción de Israel por el reconocimiento implícito por parte de la Asamblea General de la ONU de Palestina como Estado, con 138 fotos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones, Israel ha decidido aumentar sus asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este.
El Gobierno israelí pretende emplazar en áreas cercanas a Jerusalén miles de nuevas viviendas que podrían afectar negativamente a los planes palestinos de constituirse como un Estado viable.
El área E-1, que es como se conoce a esta zona próxima a Jerusalén divide gran parte de Cisjordania y tiene un valor estratégico. Algunos expertos en asentamientos, han declarado que el E-1 marcará el final de una solución a dos estados. El estado israelí tomó estas tierras en la guerra de Oriente Medio de 1967 y, en la actualidad vive medio millón de israelíes. Mientras, los palestinos reclaman este territorio para que entre a formar parte del Estado independiente palestino.
Los planes israelíes de expansión ponen en peligro las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, hecho que también ha puesto de relieve su tradicional aliado, Estados Unidos.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha acusado a las Naciones Unidas de fracasar en sus responsabilidades de conciliación internacional. Mark Regev, portavoz del Gobierno israelí ha declarado que "La Asamblea General puede recordar al teatro de lo absurdo, que una vez al año aprueba automáticamente ridículas resoluciones antisraelíes", dijo recientemente.
Lo cierto es que las relaciones diplomáticas de Netanyahu con la mayoría de los países europeos, han fracasado y le han dejado solo. Europa parece disconforme con el trato que ha recibido por parte del Gobierno israelí contra Palestina.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, cuenta con el apoyo suficiente de Occidente para plantear el ingreso de Palestina en la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, algo que supone una amenaza para los israelíes. Sin embargo los palestinos han declarado no tener prisa por ir a la CPI.
Para Alon Liel, ex Director General del Ministro israelí de Relaciones Exteriores, la votación efectuada por Naciones Unidas "Es una señal muy fuerte a los israelíes de que no pueden barrer este asunto debajo de la alfombra, es una luz roja para Israel", declaró.
Las elecciones generales que van a tener lugar en Israel el próximo 22 de enero son un importante factor a tener en cuenta a la hora de realizar un análisis de la situación. Es poco probable un cambio de rumbo significativo, y más aún cuando los últimos sondeos han sido muy favorables para una relección del actual presidente israelí, Netanyahu. Este hecho parece vaticinar, hasta que finalice al menos el periodo electoral, ciertas dificultades en las negociaciones de paz por los territorios en disputa entre el bloque de derecha de Netanyahu y los palestinos. Expectativas de paz que se recrudecen con la anunciada construcción israelí de miles de viviendas en el E-1.