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Richard Falk, judío estadounidense, comparó las violaciones cometidas contra los palestinos con el Holocausto

Israel niega la entrada a un relator de la ONU

Redacción Madrid. 15 de diciembre.

Las autoridades israelíes han impedido al relator de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en los territorios palestinos, Richard Falk, judío estadounidense y profesor emérito de la Universidad de Princeton, la entrada en el país por las declaraciones que hizo el pasado mes de septiembre, cuando comparó a Israel con el régimen nazi por las violaciones cometidas contra los palestinos.

   Según informa hoy la prensa local, Falk llegó anoche al aeropuerto de Tel Aviv con intención de pasar a Ramala, capital de Cisjordania, para sostener varios encuentros con organizaciones humanitarias que operan en los territorios palestinos, pero esta mañana tuvo que salir del país al no permitírsele la entrada.

   El pasado marzo, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, eligió a Falk como relator especial para los territorios palestinos para un mandato de seis años.

   Unos meses después, en septiembre, el Ministerio israelí de Exteriores anunció que no permitiría la entrada en el país de Falk después de que, en declaraciones a la BBC, éste comparara el trato de Israel a los palestinos con las torturas cometidas por el régimen nazi contra los judíos, añadiendo además que Tel Aviv se escudaba en el Holocausto para violar los derechos de los palestinos.

   El Gobierno también ha expresado su malestar por que el mandato de Falk se centre únicamente en las violaciones de Derechos Humanos cometidas por Israel y no aborde también los ataques de los palestinos contra israelíes.

   Después de que se conociera que las autoridades no permitían la entrada de Falk, la organización humanitaria Adalah envió una carta urgente al ministro del Interior, Meir Shitreet, y al fiscal general, Menachem Mazuz, para pedirles que levantaran la prohibición, a la que calificó de "duro golpe a los derechos de la población civil palestina que vive bajo la ocupación israelí, una población que debe ser protegida por el ocupante según el Derecho internacional".

   En la misiva, la organización afirma que es "obligación de Israel como miembro de la ONU y firmante de varias convenciones internacionales de Derechos Humanos respetar el trabajo de los representantes de la ONU, permitir sus misiones de Derechos Humanos y asistirles en la realización de sus obligaciones sin miedo a las repercusiones".

   La semana pasada, Falk volvió a atacar a Israel acusándole de cometer "crímenes contra la Humanidad" en su política respecto a la Franja de Gaza debido al bloqueo que impedía la entrada de ayuda humanitaria.

   Es la primera vez que las autoridades israelíes niegan la entrada en el país a Falk. El Ministerio de Exteriores alegó que ya se dejó claro de antemano al relator de la ONU que tenía prohibido entrar en Israel y que el Gobierno no cooperaría con él.

   El pasado junio, el enviado especial de Naciones Unidas pudo entrar en el país, pero no como relator, sino como académico, para asistir a una conferencia en una universidad de Ramala. Sin embargo, aprovechó la visita para realizar un informe en el que se mostraba especialmente crítico con Israel.

   Para Simona Halperin, directora del departamento de Derechos Humanos del Ministerio de Exteriores, Naciones Unidas tiene la obligación de asegurarse de que sus enviados son objetivos y justos, pero remarcó que Falk ha comparado la situación en los territorios palestinos con el Holocausto nazi. "Para Israel, esto no es objetivo", añadió. El predecesor de Falk, el sudafricano John Dugard, comparó en su día el trato de Israel hacia los palestinos con el Apartheid.

  

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