Pedro Sáez Martínez de Ubago. Una de las noticias del día fue la condena del expresidente balear Jaume Matas, por La Audiencia Provincial de Palma, que lo considera culpable del delito corrupción en el primer juicio del caso Palma Arena por el que ha sido juzgado y sentenciado a 6 años de cárcel por beneficiar con dinero público al conocido periodista de El Mundo Antonio Alemany, quien le escribía los discursos, para llevar a cabo una campaña para realzar su actividad política.

Más concretamente, el expresidente de la Comunidad autónoma de las Islas Baleares, cargo al que accedió como candidato Partido del Partido Popular y ejerció entre 1996-1999 y 2003-2007, siendo entre 2000 y 2003 Ministro de Medio ambiente del Gobierno de Aznar, ha sido condenado a una pena de cinco años, tres meses y un día como autor por inducción de los delitos de fraude a la Administración, falsedad en documento oficial y mercantil y prevaricación en concurso con malversación, y a otra pena de nueve meses de prisión por otro delito de tráfico de influencias agravado. Y, además, el expresidente balear ha sido sentenciado por estos delitos a 9 años, seis meses y un día de inhabilitación para cualquier cargo electivo y a la pérdida de los honores y atenciones protocolarias como expresidente del Gobierno de las islas.

Junto a Matas, han sido también condenados su ex director general de Comunicación Joan Martorell (un año y seis meses por prevaricación, fraude, falsedad y malversación), el dueño de la agencia de comunicación Nimbus, Miguel Romero (un año, un mes y quince días de prisión por prevaricación, falsedad, fraude y malversación) y, finalmente, el periodista Antonio Alemany, cofundador y miembro de la Junta de Fundadores de Editora Balear, editora del refundado Diario de Mallorca del que fue  director, cofundador y director de El Día de Baleares, director de la revista Opinión, director de Diario de Barcelona, director del Departamento de Comunicación de la patronal Fomento del Trabajo de Cataluña, director de la edición balear de Diario 16, editorialista de Nacional y miembro del Consejo Editorial de dicho periódico, director de los semanarios Sovint e Illespress, editorialista y columnista de El Mundo/El Día de Baleares durante 20 años, director general de la Agencia Balear de Noticias y actualmente director general del periódico digital libertadbalear.com, a quien el tribunal ha impuesto la condena de tres años, 9 meses y un día de prisión por los delitos de prevaricación, falsedad en documento oficial y mercantil, malversación y tráfico de influencias.

Dicha sentencia, conocida este martes, considera probado que Jaume Matas amañó junto a sus subordinados varios contratos, facturas y subvenciones para beneficiar de forma arbitraria e irregular al articulista del <El Mundo> Antonio Alemany y a sus sociedades. Él y sus empresas recibieron fondos públicos por valor de 650.000 euros (200.000 por escribir sus discursos de forma encubierta y 450.000 en ayudas a su agencia de noticias). También según el fallo, Matas urdió la «estratagema» para pagar bajo cuerda regularmente a Alemany, que así no debía abandonar su puesto en el periódico. Desde ese rotativo, señala la resolución, el periodista pudo seguir haciendo su «crónica político-social» que por «afinidad ideológica con el Partido Popular iba a comportar naturalmente un beneficio, sea al partido o al presidente».

Pero estas condenas tienen una mayor trascendencia, ya que, más allá de implicar al PP y considerar a Matas culpable de malversación, prevaricación, falsedad documental y fraude a la Administración, los tres magistrados del tribunal de la Sección Primera avalan expresamente con su fallo la macro-investigación de la Fiscalía Anticorrupción -englobada bajo la denominación “Palma Arena”- sobre las numerosas y supuestas irregularidades en la isla durante los gobiernos de Matas, allanan, asimismo, el camino para llevar a Iñaki Urdangarin al banquillo y conseguir una condena contra él.
Por otra parte, no hay que olvidar, que en que los años en que Matas fue Ministro de Medio Ambiente, la vicepresidencia del gobierno la ejercía Mariano Rajoy, quien como presidente del Partido Popular, nunca ha escatimado elogios al ahora reo convicto, tales como: "La asistencia a la toma de posesión de Jaume Matas supone para mí un sincero motivo de satisfacción" (27/03/2003); "Vamos a intentar hacer en España lo que Jaume y todos vosotros hicisteis en Baleares" (27/11/2004) o Matas es "un presidente serio" al frente de un Gobierno "mucho mejor que el Gobierno de España" (noviembre de 2004).
En principio, esto sería para echarse a temblar y que en la mayoría de los países de nuestro entorno se cuestionara no sólo la continuidad de un presidente del gobierno que así ha apoyado a un delincuente, sino la abdicación del mismo monarca, la honradez cuya familia, al menos en la persona de su yerno queda, cuando menos, en entredicho. Pero eso sería en un país serio, no en la actual España, cuyo Ministro de interior, Jorge Fernández Díaz, anunciaba que nadie marcará el Gobierno en lo referente a la política penitenciaria con los reclusos de ETA, aplicará la ley con "todo el rigor" pero también con "toda la generosidad" que permite la legislación.
Es decir, cuando un De Juana anda suelto por ahí con más de 20 asesinatos probados; cuando se empieza a considerar la probabilidad de que otro terrorista como Otegui sea el futuro presidente de una comunidad autónoma; puede parecer desproporcionado que se condene e inhabilite de esa forma a unos señores que no pasan de simples chorizos y, al lado de los asesinos, bien podrían hacer suyas las palabras de Enrique Jardiel Poncela: “Los ladrones somos gente honrada”.