Jose Luis Orella. El próximo 9 de octubre se estrena comercialmente en España, la película Katyn, de Andrzej Wajda, que trata sobre el genocidio de los oficiales polacos durante la Segunda Guerra Mundial. Este 17 de septiembre fue el 70 aniversario de la invasión soviética de Polonia, cuando este país que se encontraba luchando contra el III Reich, fue doblemente invadido por la URSS. El ultimo reparto polaco entre las dos grandes potencias totalitarias, significo que la parte oriental de la republica, con 13 millones de habitantes, quedase bajo el dominio comunista. 170.000 soldados cayeron prisioneros y 1.200.000 civiles fueron deportados a campos de concentración. En 1940, el Ejército Rojo trasladó a miles de aquellos militares polacos a los campos de concentración de Kozielsko, Starobielsk y Ostaszkov, conocidos genéricamente como Katín, cerca de la ciudad rusa de Smolensk, donde fueron ejecutados de un tiro en la nuca. Un año después fueron descubiertos por los alemanes, quienes llamaron a una comisión internacional. En las fosas de Katin, de momento se reconoce oficialmente el asesinato de 15.170 oficiales del ejército y 7.000 civiles pertenecientes a la inteligencia del país, un total de 22.000 asesinados.

Los polacos tuvieron que vivir durante décadas de dominio comunista con la mentira que exculpaba a los soviéticos. Será en 1989 cuando el líder soviético Mijaíl Gorbachov reconoció la responsabilidad de la URSS por aquella matanza, y en 1992 cuando el primer presidente ruso, Borís Yeltsin, entregó al entonces jefe de Estado polaco, Lech Walesa, documentos que probaban la matanza de decenas de miles de militares y civiles polacos en Katin. Sin embargo, en marzo de 2005, la Fiscalía Militar de Rusia negó que la matanza de Katin, fuera un acto de genocidio del pueblo polaco como sostiene el Instituto de Memoria Nacional de Polonia. Para evitar el olvido de aquella cruenta matanza, el celebre director Andrzej Vajda rodó la película Katin, que está nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Una de las pocas películas que habla sobre la crueldad de la represión comunista en Polonia.