Kauwboy
Victor Alvarado
El cine de los hermanos Dardenne parece que está creando escuela porque el cineasta holandés, Boudewijns Koole, autor de Kauwboy (2012), da la impresión de estar siguiendo sus pasos, aunque su cine de denuncia social es menos amargo y algo más positivo.
Jojo es uno niño de 10 años, que vive sólo con su padre alcohólico, pues su madre les ha abandonado. Este chaval evolucionará como persona, cuidando a un pájaro a escondidas de su progenitor.
El citado director ha ganado el Premio de la Juventud y el Premio al Descubrimiento Europeo del Año en los Premios del Cine Europeo. Demuestra que con muy pocos medios se puede hacer una buena película. Utiliza escenarios naturalistas, tratando de ser lo más realista posible. Los diálogos no son demasiado abundantes (quizás este sea su punto más débil), pero su corto metraje y las imágenes compensan ese defecto. La banda sonora es muy pegadiza y la canción final va en consonancia con lo que el realizador propone.
El mayor peso dramático recae en un jovencísimo actor muy espontáneo en apariencia como Rick Lens, cuya interpretación refleja el modo de sentir de la infancia ante los problemas de la vida; es decir, siempre encuentran un hueco para relativizar su sufrimiento. Su acercamiento recuerda al truffaut más tierno de La piel dura (1976).
Este largometraje es un canto a la naturaleza y, aunque no creo que sea la intención del autor, se puede caer en el error de igualar a los animales al mismo nivel de las personas. El cineasta ha querido explicar a través de una metáfora, en la que vemos como una persona crece, madura y supera la pérdida de un ser querido gracias al cuidado de una mascota, como las personas afrontan los obstáculos de la vida, así como el modo en el que al volcarnos en los demás, nos convertimos en mejores personas. Por tanto, Boudewijns Koole ha intentado ofrecer una esperanzadora visión del ser humano que, tras superar el duelo por la pérdida de un ser querido, es capaz de ver la vida con optimismo, resurgiendo de las cenizas, mediante un abrazo que lo dice absolutamente todo.
Si tuviera que elegir una escena de la cinta, me quedaría con el poético encuentro de esa pareja de pre-adolescentes en la plantación de cebada por el profundo significado sobre el compromiso que ofrece.