Según las primeras informaciones, el encierro de los Núñez del Cuvillo no ha dejado heridos por asta, pero sí contusionados en diferentes tramos. Al coincidir la carrera en un día laboral, lunes, el número de corredores fue menor con respecto al de días anteriores, lo que permitió a los mozos realizar bonitas carreras, con espacio, delante de los astados.

   El último encierro de los Sanfermines, que duró 2 minutos y 37 segundos, comenzó a las 8 en punto de la mañana, cuando se abrieron los corrales de Santo Domingo y los cabestros se pusieron delante de la manada para iniciar la octava carrera de las fiestas.

   Los toros se situaron bien hermanados en la parte trasera de la manada y cubrieron de forma muy rápida la cuesta de Santo Domingo, sin apenas ofrecer a los mozos posibilidad de situarse en la cara de los astados.

   Los bureles marcaron ritmo veloz hasta la curva de Mercaderes, de donde salieron también hermanados, pese a algún resbalón. La manada se estiró aquí, y un animal resbaló, lo que provocó que el grupo se disgregará y los mozos pudieran correr más cerca de los pitones.

   Fue superada la mitad de Estafeta cuando los corredores pudieron lucirse delante de los astados, con la manada muy estirada, como ha sucedido en días anteriores. En la bajada al callejón, donde varios mozos peleaban por buscar la cara del toro, los astados arrollaron a dos corredores.

   Finalmente, los seis toros entraron en la Plaza de Toros y, tras entretenerse mirando a algún mozo, fueron guiados a los chiqueros por los dobladores.

   Las reses serán lidiadas esta tarde, a partir de las 18.30 horas, en la Plaza de Toros, por los diestros Enrique Ponce, El Juli y José María Manzanares.