López Garrido se opone a los rusos
Redacción Madrid. 21 de noviembre.
El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, señaló hoy que "cabe oponerse" a una eventual compra del 30 por ciento del accionariado de Repsol por parte del grupo ruso Lukoil "si se considera que va contra las leyes establecidas en la UE, que permiten examinar con lupa operaciones en sectores estratégicos".
En un desayuno informativo organizado por el Foro de la Nueva Economía, López Garrido recordó que este tipo de operaciones, que afectan a sectores estratégicos y "especialmente sensibles", como el de la energía, están "perfectamente" tipificadas en el derecho europeo y en el español.
Si el movimiento de Lukoil "se plantease formalmente", añadió, habría que "mirar con lupa" y "a fondo" otras cuestiones, como la "reciprocidad", esto es, si Repsol podría realizar la misma operación "en Rusia", si podría "comprar un 20 ó un 30 por ciento de Lukoil o de otras empresas energéticas".
López Garrido indicó que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero quiere que Repsol "siga siendo una empresa indubitadamente española" e "independiente".
Preguntado si el Gobierno es partidario de ayudar a Sacyr, primer accionista de la petrolera española (20,01%), para aliviar su carga financiera con el fin de evitar que se deshaga de su participación, López Garrido subrayó que las reglas que hay que seguir son las que permiten al Gobierno facilitar liquidez al sistema financiero para que éste pueda ayudar a empresas determinadas "si considera que económicamente y con las reglas del mercado puede" hacerlo.
NUEVAS MEDIDAS FISCALES
El secretario de Estado apuntó que a partir de la propuesta económica que presentará la Comisión Europea el próximo día 26, va a haber "medidas nuevas de tipo fiscal" a escala nacional y europea "abiertas a todas las empresas".
"Las (empresas) que puedan acceder y se ajusten a las normas establecidas podrán beneficiarse de ello, pero no creo que haya que estar viendo una a una o sectorialmente cuáles son las ayudas que hay que dar, porque eso podría afectar a la competencia, y hay que tener mucho cuidado con ello", precisó.
Los Gobiernos, añadió, podrán traducir esas medidas fiscales "en bajadas de impuestos o subidas de gastos" en ámbitos como el de las infraestructuras, opción esta última que calificó de "interesante", al tiempo que señaló que el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, prevé hacer "algo parecido".