Miguel Massanet Bosch. Es posible que los ciudadanos no nos merezcamos vivir en la tierra en la que Dios permitió que naciéramos o es posible, también, que la mezcla de sangres, de las que se nutrió la raza ibérica, haya resultado un cóctel demasiado fuerte para que nuestros cuerpos y mentes sean capaces de asimilarlo sin que nos produzca determinados efectos, no sé si nocivos o meramente inquietantes, que nos induzcan a actuar de manera distinta a la de otras razas; pero lo que, sin duda, es cierto es que sí tenemos algo que nos impulsa a magnificar nuestras virtudes y a minimizar nuestros defectos haciendo, con ello, bueno aquel refrán que dice: “Vemos la paja en el ojo ajeno pero no vemos la viga en el nuestro”. Sin embargo, no se puede descartar que, en esta disyunción patológica o interesada, que de todo hay en la viña del señor, no exista una parte importante de malicia o mala uva, que nos hace poner en las faltas ajenas un plus de gravedad, mala fe y malignidad cuando, por el contrario, tratamos con benevolencia, condescendencia y comprensión las nuestras.
Veamos algunos ejemplos de lo que está sucediendo estos días en nuestro propio país. Si usted repasa la información nacional se apercibirá que la gran mayoría de los medios de comunicación se esmeran en resaltar, con grandes titulares, el caso Gürtel o, el no menos popular, caso Bárcenas; sin embargo, cuando se trata de el escandaloso fraude de los ERE`s andaluces, parece que existe un pacto de no agresión al que se han apuntado la mayoría de informativos de tendencia izquierdista, para evitar que se le de la publicidad que por su magnitud, por los personajes que parecen estar implicados en dicha trama y por las cantidades que se manejan defraudadas a los obreros que debían percibirlas para ser destinadas a pagar a imaginarios beneficiarios que ni siquiera trabajaban en las empresas en los que se produjeron. El caso instruido por la jueza Mercedes Alaya, una verdadera heroína que, pese a las dificultades que debe superar, la falta de colaboración de la Junta de Andalucía y sus problemas de salud, mantiene con una tenacidad admirable el pulso a todos aquellos que intentan, por todos los medios, desacreditarla; apenas merece el comentario de algunos rotativos.
Una distinta vara de medir que, en este caso, aparte del enfoque que algunos partidos de la oposición, incluida IU (que está sosteniendo el gobierno del señor Chaves en la comunidad andaluza); claramente tendenciosos en cuanto a la forma de contemplar el tema, remando a favor de echar toda la tierra que puedan encima, para evitar el bochorno que produciría el que, la Junta de Andalucía, estuviera conchabada en el caso y pudiera acabar con la imputación de importantes directivos del PSA. Debemos denunciar a toda esta prensa y cadenas de TV que, informan segadamente, favoreciendo comentarios y tertulias que resten importancia al tema andaluz mientras, por el contrario, cargan las tintas y explotan hasta la saciedad los temas que perjudican al PP.
Otra forma de medir, especialmente preocupante, es la que se produce cuando, desde hace unos días, esta plataforma de los anti desahucios, que ha surgido en un momento crucial favorable para intentar hacer leña del Ejecutivo ( aunque es el que menos tiene que ver con el hecho de que los bancos pretendan defender sus intereses, utilizando las medidas previstas en la Ley Hipotecaria de diciembre de 1.909 que, como es sabido, fue modificada por una serie de decretos y leyes, de entre los cuales podemos destacar la que tuvo lugar por un Decreto de 15/11/2012, aprobado bajo el gobierno del PP para paliar los efectos de los desahucios) parece que se olvidaron de que, en el 2011, se batieron records, cuando los socialistas todavía estaban en el poder, alcanzando la apabullante cifra de 58.214 familias desalojadas de sus viviendas. ¿Se manifestaron los amigos de la señora Colau frente al domicilio del señor Zapatero o ante las casas de los parlamentarios del partido socialista para llamarles sinvergüenzas, asesinos o hijos de puta; al tiempo que les acosaban físicamente?, ¿ qué no? ¡Vaya, pues ya tenemos de nuevo la nueva longitud de las distintas varas de medir utilizadas para juzgar las respectivas posturas de los gobiernos socialistas y del PP!
Porque, en tanto se analiza y se pone en práctica la sentencia del Tribunal Europeo y se tramitan en las Cortes las propuestas para la redacción de una nueva Ley Hipotecaria; los únicos que hicieron algo práctico a favor de los afectados por los desahucios; han sido, precisamente, los del PP mientras que, los socialistas, pasaron olímpicamente de entrar a fondo en el problema que, igualmente, afectaba a los que sufrieron desahucios durante el año 2011. Resulta curiosa la actitud de algunos jueces que se han apresurado a tomar la delantera a los legisladores, actuando motu propio, atribuyéndose la interpretación de la norma comunitaria antes de que la ley española se haya actualizado.
Y vamos a comentar, una vez más, la necesidad de poner en vereda a la Administración de Justicia que, sea porque la Ley de Enjuiciamiento Criminal no está suficientemente al día; sea porque existe una laxitud en la aplicación de las normas o porque los hay que prefieren actuar según su criterio antes que someterse al imperio de la ley; se está produciendo el caso vergonzoso y de todo punto intolerable, ya que afecta a la seguridad de los ciudadanos, de que la laboriosa, sacrificada y eficiente labor de los cuerpos de policía para conseguir pruebas, perseguir, localizar y detener a aquellos que infringen las leyes, queda en agua de borrajas cuando, los detenidos, pasan a disposición judicial ya que, en la mayoría de los casos, los jueces vuelven a dejarlos en libertad con la consiguiente desesperación de aquellos que invirtieron meses en conseguir las pruebas para las detenciones. Y esto que les digo no son meras elucubraciones, sino el reflejo de la realidad cuando, como ha ocurrido en Catalunya, una serie de 17 personas que robaban a los joyeros por el procedimiento del butrón, fueron atentamente vigiladas, seguidas, y espiadas papa poder sorprenderlas en su delictiva ocupación. Cuando han pasado ante el juez, incluso aquellos en los que concurrían un gran número de tenciones previas, han sido puestos en libertad, algunos con cargos, a pesar de que el fiscal pedía su ingreso en prisión.
Ya pueden imaginarse la desmoralización que esta circunstancia ha producido en el gremio de joyeros, que ya están hartos de reclamar medidas para acabar con los robos que desvalijan sus joyerías, sin que, por parte de las autoridades, se haga algo para impedir su repetición. El Estado de Derecho no puede dejar de funcionar, permanecer anquilosado en leyes obsoletas y pendiente de que a alguien se le ocurra tomar la iniciativa, por mucho que existan otras preocupaciones que tienen prioridad, como pudiera ser nuestra situación económica. Es imposible que nada más funcione una parte del Ejecutivo, mientras se producen trances como el descrito, que es muy posible que sólo sean atendidos, puestos en primer plano y solucionados cuando, en alguno de estos robos, se produzca una muerte que cause la oportuna alarma social lo que, al parecer, es lo único que mueve a las autoridades a actuar.
Amenazas, insultos, violencia y violación de las leyes por parte de aquellos para quienes las leyes no cuentan y las normas de convivencia de la democracia las quieren dictar ellos. Alguien deberá de poner remedio si queremos defender lo poco que queda de nuestra democracia. O así es como veo yo, señores, el desafío de los antisistema.