La Academia catalana celebra su cine
José María Caparrós
La todavía joven Acadèmia del Cinema Català, fundada hace tres años siguiendo el modelo de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, ha celebrado su tercera Festa d’Estiu (Fiesta de Verano), en el Palacio de Pedralbes de Barcelona.
Con asistencia de gran número de productores, directores de cine, artistas y técnicos, además de algunos políticos, se festejaron los 106 premios conseguidos por 30 películas autóctonas en festivales organizados fuera de Cataluña.
Con el galardonado Pa negre al frente -que recibió los principales “Goya” de la Academia Española-, los filmes Buried y Biutiful llegaron a estar nominados por la Academia de Hollywood, mientras un documental sobre el Alzheimer, Bicicleta, cullera, poma, ha sido un éxito y asimismo premiado.
La fiesta, junto a la exhibición de 15 tráilers de películas de producción catalana que se estrenarán después del verano, tuvo también su parte negra: la denuncia de irregularidades en las cuentas de la productora Kaplan, pues según la contabilidad de esta empresa barcelonesa -que acaba de cerrar los cines Casablanca- su documental El viatge de la llum habría obtenido más recaudación en taquilla que los norteamericanos Una verdad incómoda e Inside Job. De una vez por todas, el Ministerio de Cultura ha de poner serias medidas para evitar los posibles fraudes en la compra de entradas para obtener subvenciones estatales. Y más, en estos tiempos de crisis.