Redacción. La asociación mayoritaria de las víctimas del terrorismo, la AVT, y el grupo de disidentes Voces contra el Terrorismo, no han querido estar presentes en el acto de homenaje a las víctimas celebrado en el Congreso, como protesta por la política desarrollada en estos meses por el gobierno del PP. No obstante, la asistencia política al acto ha sido bastante alta, con un Gobierno casi en pleno, la presencia de representantes de todos los poderes el Estado y de todos los grupos parlamentarios a excepción de Amaiur.
Sí ha estado en cambio presente en el pleno solemne de homenaje a las víctimas, la Fundación oficial presidida por Maite Pagazaortundúa más Dignidad y Justicia, así como las asociaciones de ámbito regional.
En este homenaje ha tenido lugar el discurso de Jesús Posada, Presidente del Congreso de los Diputados, quien ha solicitado un minuto de silencio en memoria de las víctimas. Posada ha rechazado "la equiparación moral y política entre víctimas y verdugos" y ha reafirmado "nuestra determinación de vencer al terrorismo de cualquier signo con las armas del Estado de derecho".
“No nos hemos plegado a las exigencias de los asesinos ni hemos admitido que puedan defenderse las posiciones políticas con la fuerza de las armas", dijo el Presidente del Congreso, añadiendo que las víctimas del terrorismo han sido un ejemplo para toda la sociedad por su "serenidad, fortaleza, valentía y altura de miras".
Posada ha mencionado el pacto antiterrorista, llamando a una renovación de "nuestra condena radical y sin paliativos de cualquier acto terrorista", pero también a los de "exaltación o enaltecimiento" de sus acciones criminales.
Asimismo, ha tenido un especial recuerdo para los miembros de las fuerzas de seguridad y de las Fuerzas Armadas, que además tenían una importante representación en la tribuna de invitados, por haber "padecido con especial intensidad la violencia terrorista" y no cejar "en servir a España aún a riesgo de su integridad o su vida".
Por último, el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y los ministros de Interior, Jorge Fernández y de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, han atendido a las víctimas que lo han solicitado en el salón de los Pasos Perdidos.
Se cierra así un homenaje a las víctimas del terrorismo teñido por la desconfianza y la ausencia, algo en lo que tendrá que trabajar próximamente el Gobierno.
Este acto, fue puesto en marcha por primera vez por el entonces Presidente del Congreso, José Bono en el año 2009. Bono eligió el 27 de junio por ser ese día cuando ETA asesinó por primera vez, a una niña, Begoña Urrioz, en 1960.