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Diario YA


 

todo apunta a que el mapa político navarro va a sufrir variaciones importantes

La bajada del socialismo consolidará a Bildu en Navarra

Pedro sáez MArtínez de Ubago. Después de las elecciones forales de mayo, todo apunta a que el mapa político navarro va a sufrir variaciones importantes en sus grandes bloques de cara a la X legislatura que salga de las urnas el 20 de noviembre: el liberal, el socialista y el nacionalista vasco.
La crítica situación político-económica en que los socialistas han sumido a toda España y también a Navarra, aunque en menor medida que a otras comunidades, hace que se prevea un voto de castigo para el PSN y que baje de los alrededor de 50.000 votos que obtuvo en mayo.
Actualmente Navarra tiene dos parlamentarios liberales, Carlos Salvador de UPN y Santiago Cervera, electo por UPN y tránsfuga al PP, El PSN 2, Moscoso del Prado y Mª José Fernández, y Nafarroa Bai 1, Uxue Barkos.
En el senado, UPN obtuvo los tres en la IX legislatura que ahora concluye, María Caballero (UPN), y José Ignacio Palacios y José Cruz Pérez Lapazarán, quienes saliendo por UPN se pasaron al PP. Y el senador autonómico lo es el socialista Javier Sanz, en sustitución del fallecido Carlos Chivite.
Con la reciente y oportunista reconciliación de UPN y PP, para formar una coalición electoral de cara al 20-N, ambos partidos querrán rentabilizar su antinatural unión de votos, al amparo de la ley D'Hondt, y obtener tres de los cinco diputados que corresponden a la Comunidad foral, posiblemente a costa de uno de los escaños socialistas del Congreso.
Los nacionalistas vascos, por otra parte, están haciendo un complicadísimo encaje de bolillos de forma que, partidos que en la CAV andan a matar te quiero, aquí vayan todos juntos en unión, aunque ya no defiendan ninguna tradición, ni santa ni profana, a no ser sus haciendas y la acomodación en las prisiones de los asesinos de ETA. Pero de aquel jaungoikoa eta lagi zarra [Dios y la Ley antigua] de los hermanos Arana, poco dejaron ni Aguirre al pactar con los gobiernos del Frente Popular ni Arzallus al votar por el divorcio y el aborto.
Si los resultados de las elecciones forales y municipales son extrapolables a noviembre, encontraremos una coalición liberal UPN-PP con unos 130.000 votos (un 26% del censo), un Partido Socialista con unos 49.000 votos (9,8%) y unos 93.000 votos (18,5%) de Bildu y NaBai, a los que habría que restar los independientes de NaBai y PNV, difíciles de computar pero que no pasarían del 12% (unos 11.500). Es decir, que Bildu con unos 80.000 votos podría acercarse al 2 escaño. Siempre en detrimento de los socialistas. 3-1-1 ó 2-1-2 es la cuestión. En cuanto al senado, con el actual pacto, 2 serían para UPN, 1 para el PP y el autonómico (ahora socialista) para UPN. Esta, opción nacionalista, capitaneada por los independientes de NaBai y del PNV, restaría algún potencial electoral a Bildu-Aralar de cara a lograr el segundo representante nacionalista en el Congreso, pero no beneficiaría nunca al PSN, que siempre será, con un parlamentario y ningún senador, el gran perjudicado.
Esto no hubiera sido posible sin el apoyo del Tribunal Constitucional al entorno etarra, cobardía gubernamental y politiconería disfrazada con toga que dan la razón  Quevedo cuando afirmaba que “Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez”.
PEDRO SÁEZ MARTÍNEZ DE UBAGO