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Diario YA


 

La cacería

Abel Hernández. 12 de febrero.

El Partido Popular ha reaccionado por fin ante el acoso a que está siendo sometido. Todos sus dirigentes, en una visible demostración de unidad y de cohesión, han arropado con determinación a Mariano Rajoy, quien ha contraatacado con energía ante las acusaciones de que es objeto su partido, con la intervención de la Justicia aireando supuestos casos de corrupción en un momento en que se inician las campañas electorales de Galicia y el País Vasco. Los dirigentes populares aseguran que lo que se presenta como una “trama del PP” es en realidad una “trama contra el PP”.

La noticia de que el ministro de Justicia, Mariano Bermejo, y el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, habían estado cazando juntos el pasado fin de semana en Jaén ha hecho que saltaran todas las cautelas mantenidas hasta ahora. Empieza la otra cacería. El Partido Popular ha anunciado que rompe toda relación institucional con el Ministerio de Justicia mientras siga en el puesto el actual titular y recusa al juez Garzón ante el Consejo General del Poder Judicial. Asimismo exige el esclarecimiento de las filtraciones interesadas del sumario, declarado hasta ahora secreto, pero que ocupa cada día páginas y páginas en la prensa más servicial con el Gobierno de Zapatero. Y no podía faltar una gravísima acusación sobre la utilización política de la Fiscalía General del Estado, con la exigencia de que Conde Pumpido dé inmediatamente cuentas en el Congreso.

No parece que esta cacería vaya a quedarse ahí. El ex presidente Aznar y su equipo, contra el que van los principales disparos judiciales, están que se suben por las paredes, y exigen, como ha pedido expresamente Ana Botella, la máxima dureza en el contraataque, que irá directamente contra el presidente Zapatero y sus principales servidores, incluidos, por supuesto, los servidores mediáticos. No son simples botes de humo para tapar los problemas del Partido Popular, como dicen en el PSOE, empezando por el ministro Bermejo. Se tira con bala. Yo que Zapatero, en este momento de emergencia nacional por la crisis económica, con todos los indicadores volviéndose contra él, no minusvaloraría la que se le viene encima. Está en juego el Estado de Derecho y el papel independiente de la Justicia, en un momento de máxima agitación de los jueces. No es presentable ni decoroso que en estas circunstancias participen juntos en una cacería el ministro de Justicia y el famoso juez Garzón, aunque no hablaran de nada. Me parece que también se ventila el papel de la prensa, que ahora mismo aparece bajo sospecha, y, desde luego, el papel constitucional de los partidos políticos que no es el de apoderarse de las instituciones, como está ocurriendo.

Este fuego cruzado ha servido por lo pronto para cohesionar al Partido Popular, al menos por ahora, y para afianzar el liderazgo de Mariano Rajoy cuando parecía más desfalleciente. Pero la “guerra”, con varios procesos electorales por delante, no ha hecho más que empezar. A alguno le puede salir el tiro por la culata.

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