La Comisión Europea rechazó hoy los planes de reestructuración presentados por Polonia para los astilleros de Szczecin y Gdynia por considerar que no garantizan su viabilidad a largo plazo, no incluyen suficiente financiación privada y prevén nuevas ayudas de Estado. No obstante, el Ejecutivo comunitario dio a las autoridades polacas otros dos meses, hasta el 12 de septiembre, para presentar alternativas.

   Si para esa fecha no se han resuelto todos los problemas detectados, Bruselas exigirá la devolución de las ayudas ya concedidas. Las subvenciones se otorgaron tras la adhesión de Polonia a la UE en 2004. El astillero de Gdynia recibió ayudas por valor de 497 millones de euros y garantías en materia de producción de 915 millones. El de Szczecin se benefició de un subsidio de 165 millones y de garantías de producción de 570 millones.

   La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, justificó este aplazamiento de la decisión de exigir la devolución de las ayudas, que se produce tras 4 años de negociaciones entre Bruselas y Varsovia, por la existencia de negociaciones con posibles compradores para los dos astilleros y por el compromiso asumido por el primer ministro polaco, Donald Tusk, de presentar nuevos planes de reestructuración antes del 12 de septiembre.

   El Ejecutivo comunitario espera también para septiembre un plan de viabilidad para el astillero de Gdansk, que tiene un fuerte valor simbólico en Polonia puesto que fue el origen del sindicato Solidaridad, que jugó un papel fundamental en la caída del comunismo. En caso contrario, Bruselas también tomará una decisión sobre la devolución de las ayudas a este astillero.