La Comunidad reintroduce 28 halcones en el cielo de Madrid desde 2008 y mejora su supervivencia
Redacción
La Comunidad de Madrid ha reforzado la población de halcón peregrino en la capital con la introducción de 28 de estas aves criadas en cautividad desde el año 2008. La consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Ana Isabel Mariño, presentó a los siete nuevos polluelos que volarán en los próximos días en Madrid, y que van a permanecer hasta entonces en las cajas-nido colocadas en la azotea de Torre Europa, en el complejo de AZCA.
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio está llevando a cabo con gran éxito un plan de introducción de halcón peregrino en núcleos urbanos a través de la técnica conocida como “hacking”, pionera en la Comunidad de Madrid. En total son 28 los halcones reintroducidos en los cielos de la capital desde 2008 contando estos siete polluelos.
Además, se ha logrado mejorar su tasa de supervivencia, ya que mientras en la naturaleza es de entre el 35 y el 40%, la de estos halcones criados en cautividad asciende hasta el 76%. “Con este proyecto no sólo reforzamos la población de este ave catalogado como especie amenazada, sino que colaboramos en la recuperación de una parte importante del patrimonio natural y la biodiversidad de la región”, señaló la consejera.
Cuarto año consecutivo
Mariño explicó que uno de los principales objetivos es paliar el descenso que han sufrido estas rapaces en la región, donde se estima que han disminuido un 25% en los últimos años, principalmente en la zona Suroeste. Además, se refuerza la cadena alimentaria del ecosistema, tanto urbana como rural, mediante la introducción de un depredador necesario.
El Proyecto Hacking, que se realiza en colaboración con la Fundación para la Investigación y el Desarrollo Ambiental (FIDA), se basa en la reintroducción de esta ave rapaz en determinadas zonas de la región. La eficacia de esta técnica de origen cetrero, que por cuarto año consecutivo pone en marcha el Ejecutivo autonómico, se basa en la filopatria, es decir, la fidelidad de los halcones al lugar de nacimiento y, por lo tanto, la tendencia a volver a dicho lugar.
El halcón peregrino es una especie mayoritariamente ornitófaga cuyo alimento principal son las palomas, las tórtolas y los estorninos, por lo que su presencia es fundamental para el adecuado equilibrio de los distintos ecosistemas. El halcón peregrino forma parte del Catálogo de Especies Amenazadas de la Comunidad de Madrid, bajo la categoría de “vulnerable”.
Recuperación de especies amenazadas
Los nuevos ejemplares de halcón peregrino depositados a partir de hoy en el nido artificial de AZCA serán alimentados diariamente por un equipo de expertos, que calcula que a mediados del mes de julio será cuando disfruten de la autonomía suficiente como para empezar a buscar comida por sí mismos así como a efectuar las primeras incursiones autónomas por el cielo de Madrid.
“Esta iniciativa es un claro ejemplo del empeño del Ejecutivo regional en la recuperación de especies en peligro como el águila perdicera, el buitre negro o el águila imperial”, declaró Mariño. Así, los Programas de Recuperación de Especies Amenazadas puestos en marcha por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio están consiguiendo resultados muy satisfactorios.
En las dos últimas legislaturas se ha estabilizado e incluso aumentado la presencia de buitre negro, águila imperial, cigüeña negra, cernícalo primilla o tritón alpino, entre otros. En el caso del águila imperial, en la actualidad existen 35 parejas en nuestra región, ocho más que en 2007 y cifra récord desde hace tres décadas. A ellas se suman más de 100 parejas de buitre negro cuando a finales de los ochenta se hallaban en fase crítica, otras 17 parejas de águila real y 8 de cigüeña negra, más 310 parejas de cernícalos primilla.
En este sentido, la consejera resaltó que en la actualidad, entre el 35 y el 40% de las principales especies de fauna y flora catalogadas en la península ibérica están representadas en nuestra región, que se ha convertido en una de las comunidades autónomas que mejor han cuidado y conservado su riqueza biológica.