La crisis sólo para algunos
Miguel Agel Guijarro. Cualquiera que lea un periódico, ponga la radio o vea la televisión sabe que nos asedia una crisis galopante con pocas perspectivas de vislumbrar su final. Cualquiera que salga a la calle y de un paseo por su barrio, ve atónito como muchas de las tiendas y comercios de las de toda la vida, de esas que huelen a niñez y juventud cierran sus puertas. Los nuevos comercios no resisten y cuelgan el cartel de traspaso por falta de negocio.
Las vacaciones se reconducen hacia aquellos lugares en los que no se despilfarre el dinero. Los pueblos vuelven a llenarse como antaño por aquellos que durante muchos años renegaron de sus raíces buscando paraísos en los catálogos de las agencias de viajes. No hay un duro, la gente está hasta el cuello y se vive al día sin meter un solo euro en el cerdito. Todos tiesos menos los del fútbol… esos a los que la crisis parece no afectar, esos que hablan de millones como si no costara, esos que se llenan la boca con los triunfos que esperan conseguir y con las camisetas que se van a vender. Evidentemente, el Real Madrid se lleva la palma en esto pero no le van a la zaga otros equipos que sin presentaciones fastuosas, gastan y gastan para tratar de tapar los errores de despacho de otras temporadas. Al final, como siempre, unos ganarán, otros perderán y casi todos les echarán la culpa a los árbitros.
Las vacaciones nos traerán a la playa o la montaña más presentaciones, los primeros resultados de los tediosos amistosos veraniegos y las ganas de que empiece la competición para sacar pecho ante el rival. En la playa, en la montaña o en el pueblo, muchos se creerán Florentino Pérez como si con su dinero se hubiera contratado a Cristiano Ronaldo o a Kaká, olvidándose de las listas de paro, de los comercios cerrados, de las vidas al límite destrozadas con una crisis que solo es crisis para algunos…