La del Soto del Parral
Luis de Haro Serrano
Ochenta y tres años después de su estreno en el madrileño Teatro de La Latina (26 de octubre de 1927), el público ha vuelto a refrendar el éxito que en su día alcanzó esta interesante zarzuela de Reveriano Soutullo y Juan Vert y a justificar la decisión tomada en su día por la compañía de la cantante Selica Pérez Carpio de presentarla durante una larga temporada en el Teatro Apolo. “La del Soto del Parral”, uno de los mayores éxitos de ambos compositores está basada en el libro escrito por Luis Fernández de Sevilla y Anselmo C. Carreño, una obra que para su realización no deja de ser curioso que todo haya funcionado a base de dúos, compositores y libretistas, que han centrado el desarrollo de su acción en la hacienda de un pequeño pueblo segoviano a mediados del siglo XIX. Zarzuela original y exigente en el aspecto musical, dotada de un bello lirismo de muy difícil ejecución para todas las voces y donde el leiv motiv de su trama se centra en presentar la fuerza de sus personajes junto al amor a la tierra, reflejado en apasionados pasajes musicales; dúos y romanzas, además de grandes bloques corales, donde unido al sufrimiento de los protagonistas se mezclan a lo largo de toda la trama numerosas pinceladas de humor, como las vividas por Catalina y Damián, las del romancero y el Tío Sabino en el atractivo número coral de la consulta.
En ella es interesante destacar tambien el deseo de compositores y libretistas de que su acción se desarrolle dentro del marco de un costumbrismo aldeano lleno de verismo, sin olvidar el reconocimiento a la tierra segoviana, como indican los autores del texto en la dedicatoria del libreto, “A Segovia, recia tierra castellana en cuya tradicional hidalguía y pintorescas costumbres hallamos la inspiración para narrar el contenido de nuestra zarzuela”.
Puesta en escena: Esta nueva producción del Teatro de la Zarzuela ha contado con muchos y buenos elementos que le han llevado a obtener el éxito tan merecidamente alcanzado: Amelia Ochandiano en la dirección de escena, Ricardo Sánchez Cuerda en la escenografía, Pedro Moreno en el diseño del vestuario y Juan Gómez-Cornejo en la iluminación, a los que se une el gran trabajo de Eduardo Triguero al frente de la Orquesta titular del Teatro (Orquesta de la Comunidad de Madrid) muy precisa en sus variados matices, tanto para los momentos líricos como en los numerosos pasajes corales, romanzas, dúos y, muy especialmente, en el gran concertante final. El Coro titular del Teatro, muy bien preparado por Antonio Fauro destacó igualmente por la belleza, la fuerza y ajuste de sus voces y el movimiento escénico, de los que es justo destacar el coro de enamorados, y los ya citados de la consulta y el concertante final.
A todo lo anterior se une el haber podido disponer de un elenco de auténtico lujo integrado por las voces de Ana Ibarra (Aurora), Juan Jesús Rodríguez (German), Alejandro Roy (Miguel), muy bien acompañados por Aurora Frías (Catalina), Didier Otaola (Damían), Luis Alvarez (Tío Sabino) y Luis Varela (Tío Prudencio) como romancero. Los tres primeros estuvieron espléndidos un sus respectivas romanzas y dúos
Todo el equipo artístico fue justamente aplaudido por el numeroso público que pudo estar presente en la representación de una zarzuela que, como indica con acierto Ignacio Jassa en el programa de mano, es una creación músico-teatral llena de vida y originalidad.