José Morales Martín

Ante la multitudinaria concentración en la Plaza de San Jaime de Barcelona, el Departament de Educació de la Generalitat de Cataluña, hace oídos sordos y aplicará el recorte del 5 % a los profesores de la concertada pese a no ser funcionarios. En está ocasión no está primando premiar la calidad sino recortar, todo lo contrario a lo que debía ser. Recordemos que el sistema educativo catalán ha recibido durante la última semana, además de la gran concentración de profesores y titulares de centros concertados, dos toques de atención importantes. Por un lado, la primera prueba de ámbito general español sobre el rendimiento escolar entre los alumnos de cuarto de primaria, promovida por el Ministerio de Educación, señala que Cataluña apenas alcanza la media, en comparación entre autonomías queda descolgada de las comunidades con mejores registros, queda detrás de Madrid. Por otra parte, las pruebas de evaluación de sexto de primaria, que ha organizado la Conselleria d’Educació, señalan que un tercio de los estudiantes pasan a la ESO sin saber leer ni escribir correctamente, mientras un cuarto del alumnado tampoco alcanza la suficiencia en matemáticas.

Los contundentes resultados de estas dos pruebas ponen de relieve que la educación en Cataluña “necesita mejorar” de manera manifiesta. Los datos de la escuela concertada son mejores, no obstante, ya ven la respuesta, se premia a los docentes con una rebaja del 5 % de su salario. Pienso que Cataluña no puede permitirse un aprobado por los pelos en una de las principales materias, la educación, y, al mismo tiempo, tener marginados a sus profesionales más eficientes, los profesores de la concertada.