Inés Robledo Aguirre. Cuando iniciamos una nueva jornada, cuando amanece un nuevo día, ¿somos conscientes, que ese amanecer nos debe conducir a un fin?
Podemos preguntarnos, ¿yo hacia donde voy? Poniendo el talento, al servicio del día, la credibilidad, la capacidad y la acción serán la cosecha que recibimos al terminar la jornada.
Cuantos tropiezos, obligaciones, olvidos, podemos acumular por falta de planificación. Por eso seria bueno oír esa frase en boca de otros ¿tú a donde vas?
Nacemos para acariciar la esperanza de la vida.
La ayuda a quien nos busca
La mano al necesitado
El consuelo al oprimido
Así y solo así, sabremos a donde vamos.
Y quien nos espera.