La esperanza depositada en 2011
Luis Alfonso
Una vez muerto 2010 empiezan a verse las dificultades de este naciente 2011. Primeros de enero y ya tenemos como actualidad las primeras medidas que nos ha planteado el Gobierno que presiden Rodríguez Zapatero y Pérez Rubalcaba. Después de la subida del IVA del mes de Julio, que parece ya olvidada, ahora le ha tocado el turno a la luz, el gas y los transportes. Son solo un esbozo de las cosas que nos hemos encontrado al despertar el primer día del año.
Se gastaron cantidades ingentes de dinero negando la crisis e invirtiendo en proyectos vacíos de contenido como el Ministerio de Igualdad o el de Vivienda. Ahora nos encontramos con un aumento de la presión fiscal para la mayoría de los jóvenes, que ya no pueden deducirse el 15% de las aportaciones por vivienda si tienen una renta superior a 24.170€ y se ha quitado el cheque-bebé de 2.500€. Los parados de larga duración han perdido también los 426€. Todo un signo de preocupación y buenas prácticas del Gobierno con el segmento de la población que debe sustentar España y su crecimiento en el futuro más cercano.
Por otro lado tenemos la Ley del Tabaco, que impedirá fumar en espacios cerrados. Una nueva vuelta de tuerca para los restauradores, especialmente de bares y restaurantes que tendrán que afrontar los gastos de las reformas que hicieron en la última adaptación de la Ley pero con menos clientes y despidiendo al personal que atiende a los fumadores, que parece que son sus humos los verdaderos causantes de la crisis.
Los segmentos extremos de rentas muy bajas y muy altas tampoco salen muy bien parados. El salario mínimo interprofesional aumenta en un 1,3%, alcanzando los ridículos 641,56€ y las rentas altas sufren un aumento de la presión en 1 ó en 2 puntos.
Demasiadas medidas juntas para una población que viene reclamando la misma austeridad a los gobiernos nacionales, autonómicos y municipales, demasiadas medidas para quien ha negado la crisis durante 2 años, demasiadas medidas en un año de elecciones autonómicas. España no solo necesita medidas drásticas, España necesita otro Gobierno. Tenemos todo un año para cerrar este ciclo político y comenzar otro más esperanzador.