Redacción Madrid. 24 de enero.

    La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha renunciado a pedir la entrega temporal del que fuera presunto jefe militar de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', por su participación en el atentado de Capbreton, en el que murieron dos guardias civiles, después de que las autoridades francesas no hayan encontrado pruebas que puedan acreditar su participación en estos hechos, informaron a Europa Press fuentes jurídicas. No obstante, el etarra sigue estando reclamado en España por otras 23 causas judiciales.

   Tras la detención de 'Txeroki', que tuvo lugar en la localidad francesa de Cauterets el pasado 17 de noviembre, el departamento dirigido por Javier Zaragoza anunció que pediría la entrega temporal del etarra para que fuera juzgado por un total de 22 causas judiciales, entre las que se incluía la correspondiente a los asesinatos de Fernando Trapero y Raúl Centeno, que se produjo el 1 de diciembre de 2007.

   No obstante, el resultado negativo de las pruebas de ADN y huellas que la juez antiterrorista Laurence Le Vert ordenó practicar para determinar la posible participación de 'Txeroki' en estos crímenes han llevado a la Fiscalía española a retirar la petición que tenía previsto cursar en relación con este atentado.

   DECLARACIÓN DEL 'COMANDO NAVARRA'

   La única vinculación del ex jefe militar de ETA con el doble asesinato partía de la declaración de los miembros del 'comando Navarra' Aurken Sola y Xabier Rey, que declararon tras su detención que durante una estancia con 'Txeroki' éste se jactó de que la policía sabía quiénes habían participado en el crimen porque "se habían tenido que ir a la carrera, dejando numerosas huellas".

   En todo caso, el resultado de estas pruebas no se ha transmitido formalmente al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que aún no ha recibido contestación a la comisión rogatoria que libró a las autoridades francesas en el marco de la causa penal en la que investiga estos dos asesinatos.

   En la investigación que se lleva a cabo en Francia, que corre a cargo de la juez Le Vert, se encuentran procesados los etarras Saoia Sánchez y Asier Bengoa.

   UN TOTAL DE 23 CAUSAS

   No obstante, tras estudiar el historial delictivo de 'Txeroki', la Fiscalía ha cursado dos nuevas órdenes europeas de detención mediante las que solicita la entrega temporal del etarra, que de esta forma tendrá que sentarse en 23 ocasiones en el banquillo de la Audiencia Nacional. Las dos nuevas peticiones están relacionadas con la actividad terrorista que desarrolló como integrante del 'comando K-Olaia'.

   Según las citadas fuentes, 'Txeroki' acumula 23 órdenes de busca y captura y otros tantos autos de prisión y/o procesamiento por la actividad que desarrolló en la organización terrorista ETA entre 2000 y 2008: primero como colaborador del 'comando Ituren', en el año 2000; luego como integrante del 'comando K-Olaia', al que se atribuyen varios atentados en Vizcaya entre 2001 y 2003; y finalmente como jefe militar de ETA, labor que desarrollaba desde finales de 2003.

   COOPERACIÓN JUDICIAL

   La Fiscalía de la Audiencia Nacional remitió un escrito en diciembre pasado a sus homólogos franceses en el que destacaba que la entrega se produciría por "el tiempo imprescindible" para que a los detenidos les sean notificados los autos de inculpación y de procesamiento que pesan en su contra y para que puedan designar abogado y procurador en estos procedimientos.

   "Si se autorizara su entrega temporal durante la fase de investigación del juez de instrucción francés, tal decisión representaría un importante avance en la cooperación judicial hispano-francesa, que todavía tendría mayor trascendencia por tratarse de uno de los más cualificados responsables de la organización terrorista ETA", señalaba la Fiscalía.

   A su juicio, la entrega de 'Txeroki' no sólo reportaría "enormes ventajas" para la actuación judicial en España, sino que "no produciría perjuicios para la instrucción del procedimiento en Francia", ya que cualquier audiencia reclamada por el juez de instrucción de París quedaría "asegurada" mediante el sistema de videoconferencia.