La formación vial incrementa la seguridad en la carretera
El automóvil permite ampliar el campo de actuación de los ciudadanos aproximando distancias.
Es una obviedad decir que sin normas la complejidad de la circulación de vehículos haría imposible o muy gravoso en accidentes moverse por las carreteras. No se puede exigir un comportamiento responsable sin garantizar que previamente se ha adquirido una preparación suficiente para empezar a hacer kilómetros sobre las 4 ruedas de un vehículo a motor.
Además, se debe de prestar especial atención a la seguridad, y para hacerlo de forma más efectiva puedes apoyarte en la formación vial la cual abre el camino para que la experiencia sea el principal recurso para evitar accidentes.
Lo primero es conocer las normas y señales reguladoras de la circulación
En algunos trabajos es necesario certificar conocimientos y capacidades para realizar con seguridad algunas actividades profesionales. La conducción de vehículos de gran tonelaje o el transporte de mercancías de sustancias peligrosas suponen superar preparaciones específicas que habiliten para garantizar la seguridad de todos.
Las autoescuelas son centros formativos autorizados sobre los que recaen estas y otras tareas. La preparación de los alumnos se realiza tanto a nivel teórico como práctico con la asistencia de monitores capacitados y autorizados para impartir estas enseñanzas.
Para tener hábitos de conducción segura es imprescindible una primera base de conocimientos y habilidades mínimas para incorporarse a las vías públicas. El fin último de una Autoescuela es capacitar al alumno para llevar vehículos a motor con los mínimos riesgos.
Resumiendo en las autoescuelas podemos adquirir los conocimientos y habilidades necesarias para superar las pruebas exigidas para el permiso de conducir (clase B), ciclomotor, motocicleta (para cada una de tres categorías de vehículos) camión (para cada una de dos categorías de vehículos) de autobús (para cada una de dos categorías de vehículos), remolque y transporte de de mercancías peligrosas.
La red de autoescuelas, amplia y diversa según personal y medios
En una primera aproximación a la realidad de este sector advertimos una gran competencia y la progresiva introducción de nuevos sistemas pedagógicos. La irrupción de las nuevas tecnologías se utiliza para acelerar el proceso de entrenamiento y conocimiento de las normas básicas de la circulación.
Si hacemos una sencilla búsqueda en google con el término autoescuela en Alicante encontraremos una lista de empresas que usan medios humanos y materiales diversos. En cada una de ellas la formación ofrecida capacita al alumno para superar las pruebas establecidas por las autoridades para recibir un permiso de conducir.
Las autoescuelas tienden a extender sus capacidades de centros formativos a ámbitos cada vez más variados. La especialización y la regulación cada vez más exigente para realizar actividades profesionales requieren de autorizaciones que supongan la superación controles que certifican conocimientos y habilidades.
El aspecto formativo que autorice el ejercicio laboral de una profesión incrementa progresivamente sus contenidos. Es la evolución natural de la sociedad en la que la seguridad y la prevención de riesgos laborales están en todas las agendas de actuaciones de las autoridades públicas.
En el momento presente donde se están testando los primeros modelos de automóviles de conducción autónoma resulta difícil adivinar su evolución en los próximos años. Pero mientras la decisión personal tenga un papel preponderante sobre un algoritmo programable las autoescuelas como centros formativos serán imprescindibles.
Imaginar los grandes avances que se anuncian para el futuro inspira el momento presente para poner los mejores medios humanos y materiales en acortar ese camino, sobre todo en el ámbito vial. El progreso es la voluntad de hacer presente lo que en el pasado fueron ilusorias utopías.