Rafael Nieto. 23 de marzo.

Fernando El Católico, Carlos V, Felipe II, El Cid Campeador, Zumalacárregui o Francisco Franco han sido personajes de la Historia de España caracterizados por una misma idea fundamental: la defensa de la fe como forma de garantizar la esencia misma de nuestra patria y, por tanto, también su misión en el mundo. España ha sido y es el producto de la eterna confrontación entre el Bien, representado por aquellos que lo han dado todo (incluidas sus vidas) en esa defensa de la fe, y el Mal, representado por los distintos enemigos de la patria, primeros los arrianos, después los musulmanes, más tarde los protestantes, sin olvidar a los masones y a los liberales.

José María Pemán, excelso escritor gaditano (1879-1981), hizo “La historia de España contada con sencillez” que ahora reedita Homo Legens en otra espléndida edición, lo cual ya no es novedad en la editorial del Grupo Intereconomía. Una obra de obligada lectura para aquellos que, sin desconocer, quizá, los episodios fundamentales que han ocurrido sobre la piel de toro, posiblemente tengan dificultades para interpretar el sentido último de esos acontecimientos y su explicación política.

Pemán, con una prosa amena, didáctica y en ocasiones vibrante, narra los hechos con todo rigor y después coloca su lupa escrutadora y magistral sobre ellos para darnos su encuadre lógico, desentrañando aspectos que la historiografía liberal o marxista (igualmente nocivas y dañinas) suelen ocultar deliberadamente. Y demuestra que se puede contar la historia de España con sencillez y en menos de quinientas páginas, sin dejar nada de lo realmente importante fuera de ello.

La batalla de Covadonga, la de Las Navas de Tolosa, la de Lepanto, la de Mühlberg o la que permitió liberar el Alcázar de Toledo aparecen como lo que realmente fueron: auténticas cruzadas en apasionada defensa de la fe católica, no sólo por egoísmo en cuanto era la fe de nuestra patria, sino también en cuanto constituía la célula madre de Europa y de Occidente. Sus héroes, esos hombres que no dudaron en poner sus vidas en juego por el resto de la cristiandad, aparecen hoy desfigurados por la retórica tontoprogre, convertidos en ogros de una Inquisición que sólo opera en la imaginación pútrida de los acomplejados, los descreídos y los del mandil.

Un libro imprescindible para saber, pero sobre todo para entender. Una visión libre de propaganda izquierdosa, serenamente independiente, lúcida y comprometida. Y con el talento natural del gran José María Pemán, la valentía y profesionalidad de Javier Paredes, director de Homo Legens, responsable de que podamos disfrutar de libros tan decisivos para reconstruir el espíritu nacional.