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Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

necesidad de que los más capacitados deban tomar las riendas del ejecutivo

La hora de los tecnócratas

José Luis Orella. La crisis ha puesto de nuevo en juicio la capacidad de los políticos en la gestión de gobierno. Una vez más, la necesidad de que los más capacitados deban tomar las riendas del ejecutivo toma realidad. El 11 de noviembre fue Lukas Papadémos, antiguo vicepresidente del Banco Central Europeo, quien ocupó el puesto de Primer ministro griego. Apoyado por el partido socialista "Pasok", el principal partido de oposición el centrista "Néa Demokratía" y el partido de la derecha ortodoxa "Laos". Dos días más tarde, la experiencia se repetía en Italia con el antiguo comisario europeo, Mario Monti, quien se hacía cargo del puesto de primer ministro italiano y de ministro de Economía y Finanzas. En su nuevo Ejecutivo destacaba un elevado número de profesores universitarios y empresarios, entre los cuales estaba el banquero Corrado Passera, hasta ahora consejero delegado y director ejecutivo del grupo bancario Intesa Sanpaolo, la segunda entidad financiera de Italia.

Ya en el siglo pasado, el economista norteamericano Veblen, criticaba a la sociedad capitalista surgida desde la implantación del Estado liberal, y propugnaba una dictadura de los ingenieros, como personas competentes, que sin perder el tiempo en la política, ordenasen la sociedad de una forma coherente y práctica. En la España del momento, la generación de los regeneracionistas incentivaba ese amor por el trabajo y el progreso industrial. Pero se tendrá que esperar a la aparición de los tecnócratas en la década de los sesenta, cuando España, experimente un periodo de fuerte crecimiento económico, que llegó a denominarse como el “milagro español”.El incremento industrial demandó numerosa mano de obra que solventó sacándola del campo, donde se impuso la necesidad de mecanizar las labores de roturación, siembra y recolección. El paro se vio reducido a cien mil personas y la mujer hubo de entrar a trabajar, representando un 25 % de la mano de obra total. La necesidad de energía fue suplida por la construcción masiva de centrales hidroeléctricas que aprovechaban el agua embalsada en los numerosos pantanos inaugurados por Franco. El crecimiento del PIB rebasaba el 7, y nuestro país se consolidaba como novena potencia mundial.

Pero el equipo que se formó bajo la dirección de Laureano López Rodo y que fue incentivado por el almirante Carrero Blanco contó con personas que debían probar un amplio currículun profesional, y que estuviesen alejados de cualquier tipo de protagonismo político, aunque si que debían tener una concepción católica de la vida, y unos hábitos de comportamiento tradicionales. Aquella experiencia puso a España en el nivel de desarrollo óptimo para su entrada en Europa. Donde se encuentran nuestros equipos actuales de tecnócratas para que nuestro país pueda salvar la crisis, y no recorte del Estado de Bienestar, si no de donde están empleados los clientes de los políticos, el mastodóntico sistema autonómico.