Reino Unido. Hace dos décadas, la Iglesia anglicana decidió que las mujeres se ordenaran sacerdotes. El pasado martes, se abrió en su seno un intenso debate en el que se trató si ahora las mujeres podían aspirar a ser obispos. La respuesta fue finalmente negativa, con lo que este tema se ha pospuesto de manera indefinida hasta, al menos, el próximo Sínodo.
Un apoyo de gran calado para la propuesta fue emitido por Justin Welby, el nuevo arzobispo de Canterbury, y la cabeza de la Iglesia anglicana en este momento, quien animó a "acabar la labor" iniciada en 1992 e hizo una llamada a la unidad. No obstante, el sector tradicionalista de la Iglesia anglicana tuvo la última palabra, en contra de los deseos de Welby y de su predecesor, el arzobispo saliente de Canterbury, Rowan Williams, que también se mostró de acuerdo con el reconocimiento de las mujeres obispo. Otro defensor de esta propuesta ha sido John Sentamu, arzobispo de York.
Finalmente, 122 votos en contra, la mayoría procedentes del sector tradicionalista de la Iglesia anglicana y del sector laico, ganaron frente a los 324 votos a favor de las mujeres obispo. No obstante, el arzobispo de Canterbury ha manifestado que este tema seguirá latente durante todo el periodo de su mandato.