Daniel Ponce Alegre. Delegado en Levante. Teólogo. La visita del emblemático Buque Escuela de la Armada de Italia, el Amerigo Vespucci, equivalente al Juan Sebastián de Elcano, nuestro Embajador más prestigioso y Buque Escuela, a las costas de Valencia, tras haber estado en Menorca, no sólo obedece a razones lógicas de itinerario, pues desde los puertos italianos de Civitavechia y del de Livorno, de donde salió el 7 de julio, hasta Valencia la ruta más eficaz es a través del Estrecho de Bonifacio, entre Córcega y Cerdeña, haciendo escala en la bella isla española de Menorca, sino que también obedece a razones de profunda amistad y hermandad, pues nuestras raíces comunes son cristianas y se circunscribieron además al ámbito del Imperio Romano de Occidente y al Mare Nostrum.

El motivo de dicha visita especial es por el 85º Aniversario de su creación y la 100ª Campaña de Instrucción para formar a los 100 cadetes del Buque en una preparación de alto nivel náutica y marinera. Tras su itinerario por el Mediterráneo Occidental, pasará al Atlántico y al Mar del Norte.

Las características generales del Buque son: dos motores diésel acoplados a un motor eléctrico y con tres mástiles, 24 velas con 2.400 metros cuadrados de lona que se maniobran de manera natural con cables de fibra natural y sintética. Sólo me queda decir, o más bien desear, que el Señor de la Mar, aquel que apaciguó las aguas delante de Pedro y de otros discípulos, acompañe al Capitán y a toda la tripulación hasta su vuelta a casa. Y también hasta la Vuelta definitiva del Capitán y Señor nuestro, Jesucristo. Amén.