Fernando Ballesteros. 29 de Octubre.

Vaya sobresalto me llevé el lunes. Caminaba hacia el trabajo cuando en un kiosko leí "MANO NEGRA", así en grandote,  en un periódico. Confieso que lo primero que pasó por mi mente es que el pesadito de Manu Chao había vuelto a reunir a su primer grupo que, por cierto, a mi me hacían algo de  gracia. Una vez que me aclararon que aquello no tenía nada que ver con la banda en cuestión, acudieron a mi cabeza, recuerdos de aquella otra "mano negra" que amenizó más de una tarde en "al salir de clase" esa ya lejana  serie tan nefasta como entrañable.

Ni una cosa ni otra, resulta que esta nueva mano negra está relacionada con una supuesta trama que trata de impedir a toda costa que el Real Madrid sume su tercer título de liga consecutivo. Dos malos arbitrajes sufridos en sendos partidos que se saldaron con victoria blanca son el aval para que Pedja Mijatovic y Ramón Cálderón, con sus coristas hayan decidido poner el grito en el cielo.

Eso si, en el viejo juego del "poli bueno y poli malo", el presidente decidió salir a la palestra el lunes por la noche para dejar claro que el Madrid no se queja de los árbitros. Todo muy raro, como pueden comprobar. Ahora bien,  el objetivo está logrado.

Si, porque en una semana en la que no tenemos Champions ni selección, vamos, que estamos caninos con el único y raquítico aliciente de la Copa del Rey, la suerte estaba echada. Nos ibamos a tirar todos estos días, hablando de la bomba Sergio Ramos que sigue activada y amenaza con nuevas detonaciones y con el gran juego que está desplegando el Barcelona de Pep Guardiola. Bueno, pues con la "mano negra" de marras, ni una cosa, ni otra. A hablar de los árbitros se ha dicho.