Redacción Madrid. 15 de junio. Pese a la prohibición por parte del gobierno de Irán a realizar manifestaciones, miles de personas salieron a las calles de Teherán para protestar por los resultados de las elecciones presidenciales del pasado viernes, en las que resultó reelegido el actual mandatario, Mahmoud Ahmadinejad. Durante la manifestación se oyeron disparos que, según un fotógrafo de AP, procedían de una milicia pro-gubernamental y provocaron un muerto y varios heridos.
El candidato perdedor, el moderado Mir Hossein Mousavi, se dirigió a la marcha de protesta y dijo que estaba preparado para competir en unas nuevas elecciones presidenciales ya que está convencido de que hubo fraude y desea que los resultados sean declarados nulos. Asimismo, se mostró determinado a "llegar hasta el final" en este empeño.
Ante la magnitud de las protestas, el poderoso Consejo Supremo de los Guardianes de la Revolución anunció que en diez días dará a conocer su fallo sobre las denuncias de fraude, en medio de versiones de que fue el propio ayatola Ali Jamenei -la máxima autoridad del país- quien ordenó la investigación.
En un primer momento, el ayatola avaló los resultados, los cuales generaron protestas y disturbios por parte de opositores, especialmente en la capital, Teherán, pero finalmente parece que cambio de opinión.
La manifestación prevista para este lunes había sido suspendida oficialmente después de que el Ministerio del Interior advirtiera que la consideraría ilegal. Mousavi había llegado a tomar la decisión de aplazar la concentración al ser advertido por las autoridades de que la policía tenía autorización para disparar contra los manifestantes pero finalmente esta tuvo lugar.
Las protestas por el resultado de las elecciones llevan ya tres días. La esposa de Mousavi, Zahra Rahavard, estaba al frente de otra protesta en la Universidad de Teherán, donde continúa el descontento por el resultado electoral.
Ante la situación de tensión política, Ahmadinejad postergó el viaje a Rusia que tenía previsto este lunes para participar en una reunión bilateral con Medvedev, el presidente ruso, y en otra regional con dirigentes de China y Asia central.
El líder opositor había llamado el domingo a continuar las protestas en forma "pacífica y legal".
Mohsen Rezaie, otro representante de la oposición, se sumó al reclamo de Mousavi ante el Consejo Supremo. Los líderes de la oposición no tienen muchas esperanzas de que sus denuncias ante el Consejo Supremo de Guardianes de la Revolución vayan a prosperar, pero insisten en que sus protestas son completamente legales.
"ABAJO EL DICTADOR"
Durante la noche del domingo se pudieron escuchar desde los techos de Teherán los gritos "Dios es grande" y "abajo el dictador", algo que recuerda a los días de la revolución iraní, hace 30 años y las protestas contra el Sha Mohamed Reza Palevi.
La impresión en las calles es que está creciendo el impulso de las protestas.
Los disturbios se han registrado en Teherán desde el sábado, momento en que se conoció el resultado de la votación.
Miles de simpatizantes del presidente se congregaron el domingo para celebrar su victoria, mientras enfrentamientos entre la policía y manifestantes opositores tenían lugar en otras zonas de la capital.
La Unión Europea instó a Irán a investigar las denuncias de irregularidades en los comicios y a no usar la violencia en contra de los manifestantes.
Los ministros de exteriores de Reino Unido y Alemania describieron como "completamente inaceptable" el uso de la fuerza para reprimir a quienes se manifiestan en contra del resultado electoral.