LA OTAN, EL GRAN VENDEDOR
Ángel R Boya Balet. Con un presupuesto anual cercano a los mil doscientos millones de dólares, que en su inmensa mayoría son ventas que consigue la OTAN para ciertas multinacionales (la OTAN no compra en la tienda de la esquina), la OTAN se convierte en el mayor vendedor del Mundo. Son ingresos que esas multinacionales por nada del mundo mundial quieren dejar de percibir.
¿Cuántos vendedores alcanzan esa cifra? Ninguno, ni de lejos. Por eso no hay vendedor como la OTAN. ¿Quién puede permitirse el lujo de prescindir de un vendedor así?. Nadie en su sano juicio lo haría.
Aquí viene el quid de la cuestión. ¿Cómo perpetuar la existencia de semejante vendedor?
No hay que ser muy listo para comprender que si la OTAN es "El Super Ejército" debe de tener enemigos a los que atacar y de los que defender a los países "democráticos" del "Mundo Libre".
Cómo hacer para que pueda seguir vendiendo los mil doscientos millones de dólares anuales, que no son moco de pavo. La única manera de poder hacerlo es tener la presencia permanente de un enemigo, el de siempre u otro del que defender a los "pueblos libres", a los "pueblos democráticos", de un enemigo que puede agredirles y poner en peligro su "democracia".
Hasta 1991 existían la URSS que era el mismísimo demonio personalizado y la OTAN, haciéndole frente.
Al caer la URSS en 1991 desapareció ese "leit motiv" que justificó su aparición. De modo que desaparecía el modus vivendi del Super Vendedor. Y como los asesores de las multinacionales son muy listos pensaron que si ese enemigo no existía, se debía inventar otro. Y así la OTAN podría justificar su existencia.
Fue lo que ocurrió en Yugoeslavia, lo que ocurrió con la Libia de Gadafi que todavía están en guerra y con "el Irak de las armas de destrucción masiva". Aquí se inventaron una armas que no existían para justificar la intervención militar. Y lo que ahora ocurre en Siria. Todo un cuento chino para vender más y más.
Para no quedarse sin un posible enemigo en un momento dado, lo prudente es ir preparando una reserva de potenciales enemigos de los que echar mano llegado el caso. Es lo que ha ocurrido con las recientes Revoluciones de Colores en las ex repúblicas soviéticas, la penúltima de las cuales fue la invasión de Kazajistán por profesionales de la guerra formados en técnicas terroristas y financiados por la OTAN.
Del mismo modo Ucrania se llenó de asesores militares de la OTAN, de grupos de extranjeros paramilitares y de material bélico enviado por la OTAN y se desarrolló toda una política de provocación a Rusia masacrando a la población de origen ruso y finalmente bombardeando sus ciudades con artillería pesada. Tras soportar durante varios días ese bombardeo y para detenerlo, intervino Rusia invadiendo Ucrania. En ese momento "los buenos" se rasgaron las vestiduras.
Para convertir a Rusia en enemigo del que defenderse se le ha provocado instalando armas nucleares en la inmediatez de sus fronteras y previamente se engañó vilmente a sus dirigentes para que accedieran a la reunificación de Alemania, garantizándole para que diera esa autorización (a Gorbachov, concretamente) que la OTAN no se extendería hacia el Este de Europa. Con ese enemigo identificado ya está justificada la presencia de la OTAN en el mundo por un porrón de años.
¿Qué ocurrió en los años 60s del pasado siglo cuando la URSS instaló misiles en Cuba? Al valiente y demócrata, John Fitzgerald Kennedy no se le ocurrió otra cosa que amenazar a la URSS con una guerra nuclear si no los retiraba de inmediato. Eso era lo correcto si se amenazaba a USA. Los rusos tienen que aceptar que se les pueda amenazar de más cerca que a USA, sin protestar.
Sorprendentemente dada la "alta calidad humana" de los miembros de los países "democráticos", esas promesas a Gorbachov fueron pisoteadas una y otra vez por los "honorables países democráticos" de forma que los Países bálticos, Polonia y Chequia entre otras, se integraron en la OTAN del mismo modo que algunos restos de la antigua Yugoeslavia.
Como no hay dos sin tres, la jugada debe de ser completada. Dice el refrán que "además de puta a poner la cama" y en nuestro caso quiere decir que las multinacionales no sólo venden armas y pertrechos de todo tipo sino que compran a políticos y periodistas de todo "el Mundo Libre" para tener alineados y a su favor tanto al poder ejecutivo como al poder de la opinión pública. De modo que el personal pueda sonreír sabiendo que con sus impuestos se pagan las ventas de las multinacionales.
¿Y qué tiene que ver la OTAN con los diferentes estados "democráticos" del "Mundo Libre"?
Los estados están gobernados por diferentes niveles de políticos y funcionarios. Entre los miembros de más alto nivel de estos grupos, las multinacionales echan las redes y les "invitan" a que influyan en las decisiones de esos Gobiernos en favor de esas multinacionales. Es lo que modernamente se denomina el Estado Profundo. Con buena parte de los políticos y de los periodistas de "el Mundo Libre" comprados por las multinacionales, éstas tienen aseguradas las ventas por varios años.
Respecto a la compra de políticos en España un librito "La Red de Soros en España" nos recuerda que gente como Pedro Sánchez o "el Coletas" forman en el séquito del multimillonario Soros. ¡Y no son los únicos!
De modo que las multinacionales teniendo las manos libres y con los Gobiernos y con los medios de difusión presos, pueden buscarse el coscurro donde mejor les apetece, para lo que todo vale. El fin justifica los medios.
Sobre la compra de periodistas, conviene recordar que la Fundación Bill and Melissa Gates ha entregado en pocos años 319 millones de dólares a los medios de comunicación de distintas partes del "Mundo Libre", y no es la única que tiene detalles "filantrópicos", hay que tener en cuenta también a Soros, Rothschild, Rockefeller, Ford, etc. etc. que bajo el paraguas de acciones filantrópicas compran a los medios de difusión para que el hombre de la calle aplauda con las orejas cualquiera de sus crímenes.
De modo que la "prensa libre" forma un inmenso coro que sigue obediente y al instante las instrucciones que les marca la batuta que maneja el Gobierno Mundial, el gobierno de las multinacionales.
Volviendo al caso de la invasión de Ucrania, durante los ocho años de genocidio contra parte de la población rusa de su región oriental por parte del Gobierno de Ucrania, y específicamente durante los bombardeos con artillería contra la población civil de origen ruso en los días previos a la invasión, que la desencadenó, nadie había levantado la voz para pedir justicia contra los ataques ucranianos, ni por supuesto el clero católico, ni mucho menos aún Francisco I, rey del Vaticano y presidente del Concilio para el Capitalismo Inclusivo, uno de cuyos objetivos es la destrucción de buena parte de la población mundial.
Tras la invasión, todos los europeos "civilizados" (muy especialmente el clero católico) movidos por la prensa comprada se rasgaron las vestiduras y se apresuraron a apoyar a los "pobres ucranianos" en sus horas bajas, aunque nadie se había acordado de los rusos masacrados en Ucrania, porque los amos de la OTAN, las multinacionales a las que la OTAN vende sus productos (armas y pertrechos) tenían interés en que la reacción de Rusia, a la que así provocaban, apareciese sin justificación para acusarle de nación agresora y poder justificar nuevas ventas a la OTAN. De modo que se dio instrucciones a los periodistas (comprados de antemano) del "mundo libre" para que no alzasen la voz ante el genocidio que cometía el Gobierno de Ucrania.
Para completar el diagnóstico descalificador de Rusia además de agresora se le califica de retrógrada porque rechaza sin ambages la ideología de género, que tanto beneficia a las multinacionales a corto y especialmente a largo plazo, por eso tiene la difusión que tiene. Esta última calificación actúa de momento en la recámara de la campaña de publicidad anti rusa, aunque contribuye en alto grado a la calificación de Rusia como enemigo.
No nos engañemos la invasión de Ucrania por parte de Rusia no corresponde a filosofías baratas de lucha entre civilizaciones, ni cosas por el estilo, corresponde simplemente a la lucha por la supervivencia, a la lucha por la solidaridad con los compatriotas de un genocidio clamoroso.