La paradoja de la hipocresía
Manuel Morillo. 11 de mayo. La hipocresía como pecado individual es uno de los más despreciables.
Al leer el Evangelio nos encontramos con un Jesús todo bondad, que acoge a todos los pecadores, y que, sin embargo no tolera a los fariseos y los escribas, a los que llama con una palabra que, desde Jesús, se ha convertido en uno de los vocablos más odiosos del diccionario, como es la palabra ¡Hipócrita!...
Hay numérosos ejemplos en todos los Evangelios.
Sin embargo en la hipocresía social, siendo como es la suma de las hipocresías individuales, es decir de una sociedad (des)compuesta por sujetos hipócritas, paradójicamente, hay un síntoma de que todavía hay referencias a unos valores y principios superiores que aunque no se cumplen mantienen un prestigio como modelo.
Oscar Wilde, quien a pesar de su ideología, con la que buscaba justificar sus debilidades personales, era un sujeto muy inteligente supo verlo y sintetizó esta idea con la siguiente sentencia:
«La hipocresía es el homenaje que el vicio rinde a la virtud»
(otros dicen que la frase es de François de la Rochefoucauld y Oscar Wilde la plagió)
Si una sociedad es hipócrita significa que generalmende ha degenerado hasta llevar comportamientos degradantes y negativos, pero que todavía guarda como referencia de comportamiento el bien, la belleza y la verdad, y todavía se averguenza de dejarse dominar por los vicios.
Es decir todavía conserva modelos, que respeta, y que le podrían servir para su regeneración. Solo necesitaría un rearme moral, y librarse del secuestro a la que está sometida, porque no ha perdido el norte.
Sin embargo cuando una sociedad deja de ser "hipócrita", y se celebra el aborto, la sodomía, la corrupción, la cobardía, la usura, el ateísmo, etc... y no solo no se pretenden ocultar estos pecados individuales, sino que se pretenden elevar a categorías que informan la vida social, significa que se ha dado un salto cualitativo en la degradación de la sociedad y que se ha perdido la conciencia de que se está en el fango pero que se puede salir de él.