La Policía china frustra un ataque terrorista a las instalaciones olímpicas de Shanghai
Redacción Madrid. 25 julio.
La Policía china aseguró hoy que ha conseguido desmantelar una organización terrorista que planeaba atentar durante los Juegos Olímpicos en Shanghai, donde se celebrarán parte de las eliminatorias de fútbol.
Según el subdirector del Departamento de Seguridad Pública de Shanghai y máximo responsable de la seguridad en la ciudad durante los Juegos, Cheng Jiulong, "obtuvimos la información de que organizaciones terroristas lanzarían probablemente un ataque en las instalaciones olímpicas" coincidiendo con los Juegos.
El responsable aseguró que la Policía había puesto en marcha varias redadas y detenido a los terroristas, aunque no ofreció detalles ni sobre el número de arrestados ni sobre la organización a la que supuestamente pertenecen.
Shanghai mantiene cerrado su estadio, donde se celebrarán las competiciones, desde el día 20. Tanto policía normal como fuerzas de seguridad especiales se están encargando de patrullar la zona, de acuerdo con el diario 'Shanghai Daily'.
Los espectadores se verán sometidos a controles de seguridad similares a los que afectarán al público de Pekín, pero se buscará la forma de apartar, en colas especiales, a aquellas personas que aparezcan en el estadio con bolsas de gran tamaño. "Esto mejorará el flujo de gente que entre en el estadio", aseguró Cheng. Se calcula que a cada partido asistirán unas 52.000 personas.
El despliegue de seguridad se completará con miembros del departamento de Seguridad encargados de acompañar a los equipos de cada país allá donde vayan.
Las autoridades chinas declararon hace un par de semanas haber reventado cinco células terroristas en la región occidental de Xinjiang que planeaban atentar durante los Juegos. La campaña para destapar posibles atentados llevada a cabo durante el primer semestre del año había concluido, según la agencia oficial Xinhua, con la detención de 82 supuestos terroristas.
Grupos pro Derechos Humanos han denunciado que el Gobierno chino ha convertido a las Olimpiadas en una excusa para acabar con cualquier tipo de disensión, especialmente en las regiones de Xinjiang y Tíbet, con población autóctona de etnia no china y un fuerte sentimiento nacional.