Fidel García Martínez. El VIII centenario (1221-1284) del nacimiento del rey más sabio Alfonso X, hijo del rey más santo y patrono de España Fernando III, está pasando para la propaganda ofi-cialista olvidado y centrada en lo que llaman pomposamente su memoria, que no es ni democrática ni histórica. Ha tenido que ser en Los Cursos de La Granda de Avilés, As-turias , donde se inicio la Reconquista, donde se haya recordado la importancia para la cultura españala de este gran Rey, quien en su Primera Crónica General escribe corri-giendo a los postomodernos historiadores negacionistas, para lo que no existen los he-chos sino solo interpretaciones:
.“ Corrian cuatro años del señorío del infante Pelayo, que fue en la era de sietecientos y cincuenta y cinco, cuando transcurría el año de la Encarnación en 717, estando toda España oprimida por muchos males (…) Dios poderoso de todas las cosas, aunque airado contra España, no quiso olvidar su misericordia y acordándose de su merced y quiso guardar allí al infante Don Pelayo ante su presencia, así como una pequeña centella para que se levantase la lumbre en la tierra. Este Don Pelayo huyendo de Witiza se acogió en Cantabria y allí se amparó. Y cuando oyó que los cristianos estaban vencidos y toda su caballería perdida, tomó una hermana que tenía y fuese con ella para las Asturias porque alli en la grandes y estrechas montañas pudiese guardar alguna luz a la que se acogiese la cristiandad, porque los moros habían ya conquista-do la mayor parte de España, como hemos escrito antes , de tal modo quebraron el poder de los godos, que no tenía a nadie que los defendiese, sino unos pocos que per-manecían en las Asturias y en Vizcaya y en Alava y Guipuzcoa, donde hay muy gran-des montañas y en los montes de Navarra y en Aragón. Y a estos quiso Dios guardar para luz de la Cristiandad y que sus siervos no pereciesen en toda España. Los moros pusieron sus alcaldes en cada lugar para imponer rentas e impuestos a todos los que trabajaban tierras, viñas , árboles que no querían destruir. Ese año Murió Lotario rey de Francia, y reinó después Carlos el primero ,veinte años.