Fina Millán-Hita
Entre las frases que el próximo ex-presidente de España dijo este fin de semana, cuando anunció que no se presentará a las elecciones de 2012 , me gustaría destacar una: "llegué con una sonrisa y me marcho con una sonrisa"... Pobre diablo... me recuerda a lo que Moliere decía: "la felicidad ininterrumpida aburre; debe tener alternativas".
No olvidamos que Rodríguez llegó a la presidencia del Gobierno con una mueca bobalicona y varias bombas, 192 muertos y 1.500 heridos... No sé si el panorama entonces era para sonreir. O quizás sí, para él.
Ahora dice que se marcha con una sonrisa... Si con la que Rodríguez ha montado en España; con el paro, la deuda y el desbarajuste económico que nos deja; si con la tensión social que ha provocado, éste señor tiene ganas de sonreir, he de concluir que solo puede ser un tonto o un malvado.
Se ríe porque le divierte el panorama desolador que nos ha buscado; Se ríe porque se burla de España y de los españoles; Se ríe porque mientras atrás quedan 5 millones de parados, él, inútil donde los haya, se va con una pensión de aúpa y un futuro como consejero en cualquier empresa indigna que lo enchufe. Ríe porque consiguió hipnotizar, engañar y manejar a 11 millones de personas, e insultar al resto de españoles.
Yo, en esa sonrisa, no veo más que un insulto y una burla macabra.