La Unión Europea trata de presionar a Rusia
Redacción Madrid. 8 de Septiembre.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, viajará hoy a Moscú para pedir a su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, el cumplimiento del plan de paz acordado hace un mes con Georgia o, en caso contrario, se arriesgue a un deterioro de las relaciones con la Unión Europea, amenazas que Europa tendrá que ser capaz de cumplir llegado el caso.
Cuatro semanas después de que Sarkozy impulsara un acuerdo de alto el fuego entre Moscú y Tiblisi, los países occidentales afirman que Rusia aún tiene que cumplir la mitad de los seis puntos que componen el plan de paz, incluida la retirada de sus tropas en Georgia a las posiciones previas al breve conflicto del pasado mes de agosto.
Una provisión del acuerdo, autoriza a Rusia a aplicar "medidas especiales" y permite el despliegue de militares en la zona de separación en torno a las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjazia; una interpretación que Georgia y los países occidentales rechazan.
Sarkozy se dirige a Georgia en calidad de presidente del país que preside este semestre la UE, que la semana pasada decidió posponer las negociaciones con Rusia respecto al Acuerdo de Asociación y Cooperación, previstas para este mes, hasta que Moscú proceda a la retirada de sus tropas. Le acompañarán el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, Javier Solana.
Además de la retirada de las fuerzas rusas, el presidente galo pedirá a Moscú que acepte la presencia de más observadores internacionales que supervisen esa retirada y presionará al Kremlin para que inicie una ronda de conversaciones sobre acuerdos de seguridad en Abjazia y Osetia del Sur, cuya independencia ha reconocido a pesar de la oposición de los Veintisiete.
En un signo del aumento de la cooperación rusa de cara a la visita de Sarkozy, ayer se supo que el equipo de unos 20 observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ya puede circular libremente por Georgia.
Además, los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete aprobaron en la reunión de este fin de semana en Aviñón (Francia) un plan para que una misión de supervisión de la UE trabaje junto al equipo de la OSCE en Georgia, con el fin de presionar a Rusia para que retire a su Ejército.
Los ministros no desvelaron cuáles serán los siguientes pasos de la UE respecto a Moscú y tan sólo dijeron que todo dependerá del resultado de la reunión de hoy con Medvedev.
De momento, los Veintisiete han optado por no sancionar a Rusia, su principal suministrador de energía, pero un diplomático de la UE reveló que Lituania, República Checa y Polonia ya han pedido que sea castigado si no se logran avances.
Tras el encuentro en Moscú, el jefe de Estado galo se dirigirá a Georgia para informar de las negociaciones al presidente georgiano, Mijail Saakashvili. Mañana asistirá a una cumbre entre la UE y Ucrania, un país que, en opinión del ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, podría ser el próximo objetivo de Rusia después de Georgia.