Javier Paredes. Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá. Baja turbio el caudal de las ideas por las crecidas provocadas por las tormentas electorales. Y las más embarradas de todas las ideas son, desgraciadamente, las de la vida y la familia. Sorprendido me he quedado con unas declaraciones de Rubén Calvo, Secretario General del partido Familia y Vida, a quien acompañé en la lista electoral de los últimos comicios europeos, en la coalición que su partido constituyó con los carlistas y Alternativa Española, bien entendido que él iba en la cabecera por ser uno de los líderes de la coalición, y yo tan son solo iba de relleno, como independiente, por no tener carnet de ninguno de los tres partidos de dicha coalición, que se llamaba Impulso Social.
Pues bien, resulta que Rubén Calvo ha decidido abandonarnos a sus antiguos coaligados para unirse ahora a Vox, y en esto consiste mi sorpresa que no debe confundirse como un ataque de cuernos, porque en  la campaña de las pasadas elecciones europeas el mismísimo Rubén Calvo denunciaba la defensa del aborto de los principales líderes de Vox, que se manifestaban partidarios de una ley de supuestos. Sin embargo ahora, según el líder de Familia y Vida, Vox se ha caído del caballo y lo ha hecho ante un notario, y dice que eso es lo que le autoriza a aliarse con dicha formación… ¡Ojalá sea cierta la conversión! Pero la verdad es que yo lo que recuerdo es la reciente defensa de los actuales líderes de Vox del proyecto abortista de Gallardón, y al día de hoy todavía no conozco una declaración de Vox clara y contundente para derogar cualquier ley de plazos o supuestos, que garantice la sentencia que San Juan Pablo II elevara al cielo de la capital de España, en su primer viaje apostólico a Madrid: “Nunca se puede justificar la muerte de un inocente”.

Tampoco veo yo motivos en el programa de Vox para que un partido como Familia y Vida le pueda dar la mano, salvo que Familia y Vida haya cambiado los postulados que en su día me contara Rubén Calvo y ahora defiendan el matrimonio entre homosexuales. Porque no hace muchos días, concretamente el 19 del pasado mes de febrero, el líder de Vox Santiago Abascal hacía unas declaraciones en una entrevista en el periódico Público, en las que textualmente decía: “El poder político no tiene que meterse en la cama de la gente y nosotros respetamos las uniones civiles entre personas del mismo sexo”. Y la claridad de tal afirmación no deja lugar a interpretaciones, de manera que no es un problema de entendederas sino de explicaderas. Claro que en pocos temas como en el de la familia, el obrar le sigue al ser, lo que traducido por el sabio labriego de la Ribera de Navarra se expresa en estos términos: “Donde no hay mata, no hay patata”.
Pero voy a suponer y dar por cierta la última mutación de Vox en la defensa de la familia y de la vida después de tantas vueltas y revueltas, y  voy a dar por supuesto que es una conversión sincera y no fruto de una estrategia política de las que tantas clases tiene recibidas e impartidas Santiago Abascal, después de militar durante tantos años en el PP. Repito, voy a dar la conversión de Vox por buena, para no concluir que le están tomando el pelo a Familia y Vida y que están utilizando a este partido en una operación de maquillaje para atraerse determinados votos.
Son muchos años los que llevo en la defensa de la vida, desde antes incluso de que se aprobara en España la primera ley abortista. Y durante todos estos años he podido darme cuenta de que los verdaderos provida son aquellos que consideran que las instituciones o los partidos solo son medios para defender la vida, y nunca fines, por eso un verdadero provida abandona un partido si no defiende la vida sin fisuras y en consecuencia busca la unión de todos aquellos que la defienden con claridad. Y esta es la duda que tengo sobre la sinceridad de la conversión de Vox en la defensa de la vida y la familia: ¿Si las cosas son así, no acierto a entender las razones por las que Santiago Abascal ni siquiera se ha querido sentar a hablar con una persona de la integridad de Rafael López Diéguez, que desde Alternativa  Española defiende en política a la familia, a la vida y a España, desde muchos años antes de que surgiera el partido político de Vox?