Las causas morales de la crisis
Jaume Catalán Díaz. En el marco del curso de verano de la Universidad Rey Juan Carlos sobre “Economía y persona en tiempos de crisis”, el cardenal Rouco Varela, ha señalado que el momento que atravesamos no se debe sólo a fallos estructurales y técnicos, sino a fallos de fondo, de la ética y de la conciencia personal y social. Lo más grave de la crisis sería, por tanto, que no es un fenómeno aislado de pérdida de confianza y esperanza, sino que responde a una patología profunda, común a otros fenómenos sociales de largo alcance, contrarios a la dignidad de la persona, como es el aborto.
La crisis económica y la aceptación social del aborto no son realidades que están tan lejos como parece. El arzobispo de Madrid se ha referido también a las contradicciones que estamos viviendo, como la de utilizar la legislación para eliminar a los seres más indefensos e inocentes, en vez de protegerlos.
El aborto es, sin duda, el exponente más dramático de la crisis que está padeciendo la humanidad, según el certero análisis del arzobispo de Madrid. La respuesta ante esta situación, como ha apuntado Benedicto XVI, no puede ser otra que una renovación antropológica, cultural y moral, basada en la defensa de la dignidad del ser humano, desde el momento de su concepción hasta su muerte natural. La justicia y la caridad son las soluciones a una realidad que cada vez más nos deja insatisfechos.