Las claves de la decisión sobre la central nuclear de Garoña
La decisión final de Zapatero ha intentado contentar a todos a pesar de las críticas recibidas. El mismo señaló que ha procurado que la deliberación es "lo más equilibrada y consensuada posible".
Por un lado, ha procurado ser fiel a su programa electoral en el que se comprometió a cerrar "de forma ordenada" las centrales, y a su vez cedió, empujado por sus asesores más directos y presionado por el Comité de Trabajadores de Garoña, y no le echará el cerrojo en 2011 como ya insinuó en otras ocasiones.
MANTENER LOS EMPLEOS
El principal pilar en el que se sostiene la prórroga temporal hasta 2013 es la necesidad del Gobierno de contar con un mArgen de cuatro años para recolocar a los más de mil trabajadores empleados en el reactor burgalés. Según destacó el ministro de Industria, dos años no hubieran sido suficientes para reactivar la zona afectada por el cierre.
APUESTA DEFINITIVA POR LAS RENOVABLES
A pesar de las diferentes posiciones en el propio seno del PSOE, el discurso de Zapatero siempre giró en la misma dirección: "La única alternativa sólida al consumo de derivados del petróleo y los combustibles fósiles son las energías renovables". Zapatero ve en el sector de las energías limpias un "filón" para la economía española y para la creación de empleo.
EL PROBLEMA DE LOS RESIDUOS
Uno de los factores que más han pesado en la decisión de Zapatero para no aceptar la prórroga de diez años ha sido la complejidad de gestión de los recursos radiactivos. Tal y como afirmó, Garoña "produce un 50 por ciento más de residuos nucleares que el resto de centrales de España". Según el presidente del Gobierno, toda la humanidad tiene un problema "muy serio" con los residuos nucleares.
CARESTIA DE LAS INFRAESTRUCTURAS
Según el presidente del Gobierno, aunque el coste de producción de la energía nuclear es hoy más barato, no lo es el coste en el sistema eléctrico, ya que, según indicó en varias ocasiones, se determina por el coste marginal. De manera, que un kWh de nuclear y un kWh eólico al consumidor le cuesta exactamente igual. Lo que viene a decir que Zapatero asegura a los ciudadanos que el cierre de Garoña no implicará ningún tipo de subida en la factura de la luz.
NUEVE ACCIDENTEN EN UN AÑO
Otra de las promesas electorales del PSOE en 2008 fue la de "dar prioridad a la garantía de seguridad". Garoña ha sufrido, según han denunciado diversas organizaciones ecologistas, un total de nueve accidentes durante este último año, que, aunque no han causado daño radiactivo, sí ha manchado la imagen de la planta y ha sembrado duda entre los indecisos. Algunas ONGS la han llegado a calificar como la «central de las mil y una grietas por sus posibles problemas de agrietamiento en los componentes de la vasija del reactor.
MOTIVOS IDEOLOGICOS
El líder de los populares, Mariano Rajoy, acusó a Zapatero de tomar la decisión del cierre de Garoña para ponerse exclusivamente la medalla del ecologismo. El hecho de aplazar el cierre un año después de las elecciones generales de 2012 hace prever que el tema nuclear protagonice nuevamente los discursos electoralistas, en donde posiblemente los dos partidos difieran en sus posturas.
Mientras que Zapatero probablemente mantendrá su compromiso de cierre de las centrales nucleares, el PP ya adelantó que en caso de que se haga con la presidencia del Gobierno hará caso a las recomendaciones del CSN.
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El presidente del Gobierno aseguró que la "prórroga" es la excepción. Zapatero se aferra a que en el mundo sólo hay una central en funcionamiento que supera los 40 años de edad, la de Oyster Creek en EE.UU, para no conceder la prórroga de diez años que solitó el CSN. Además, destacó en varias ocasiones que sólo hay seis plantas que tienen un escenario de prórroga para sobrepasar la cuarentena.