Las farmacias asumen su papel como primer contacto médico de decenas de personas
Para mucha parte de la sociedad, una farmacia no es únicamente el negocio al que tienen que acudir obligatoriamente para obtener las medicinas de sus tratamientos médicos.
De hecho, todo lo contrario: los especialistas del sector sanitario coinciden al afirmar que estos establecimientos son, en muchas ocasiones, el primer espacio de seguridad para las personas ante cualquier dolencia.
Esto no es algo nuevo, el farmacéutico ha sido, históricamente, un profesional muy cercano y de confianza, al que la gente solía recurrir en muchas ocasiones antes de ir al médico.
Aunque la mayoría de las farmacias ya no preparan sus fórmulas, esta tendencia sigue estando: “Mucha gente nos tiene como ese experto que les puede ayudar a decidir si es necesario ir al médico o no”, explican desde Farmacia Plaza Mayor en Albacete, un negocio que sigue abriendo sus puertas día tras día, en ocasiones tan solo para aconsejar a clientes que llevan mucho tiempo acudiendo a su negocio.
El perfil de usuarios es muy diverso
Los profesionales de la farmacia manchega afirman que el perfil de clientes que suelen acudir a la farmacia porque conocen al farmacéutico y confían en él es muy variado. Personas mayores, padres primerizos e incluso personas que vienen porque ya lo hacían sus padres o abuelos.
En el fondo, consideran los expertos de la profesión, el farmacéutico en muchas ocasiones conoce la trayectoria médica de los usuarios. Por ello mismo puede aplicar sus conocimientos para darles el medicamento que necesitan en cada momento o, si es necesario, invitarlos a ir al consultorio o al hospital.
Acceso a productos de calidad
Otro de los puntos que mueve a los usuarios a acudir a las farmacias de toda la vida tiene que ver con toda la sección de parafarmacia.
Cremas, suplementos alimenticios, productos para el cuidado del cabello… Las farmacias trabajan con marcas de primer nivel que no solo aseguran los resultados, sino que componen sus productos con ingredientes de alta calidad.
Esto se ve muy claramente con servicios como el de dermofarmacia en Albacete que ofrece la farmacia Plaza Mayor. Con él, ofrecen consejos para el mejor cuidado de la piel y que esta no solo envejezca más lentamente, sino que no sufra daños con la acción del sol.
En un momento en el que el mercado está lleno de opciones de dudosa fiabilidad, el farmacéutico se convierte, una vez más, en el garante de que el cliente se está llevando exactamente lo que necesita.
Acompañamiento y ayuda
Más allá de la evidente asesoría a la hora de tratar con enfermedades y medicamentos, los farmacéuticos tienen un papel muy importante en la vida de muchas personas.
Por ejemplo, estos profesionales tienen la responsabilidad de ejercer como guías de salud para los usuarios. Aconsejar ciertos hábitos como lavarse los dientes, controlar la tensión o bajar de peso son solo algunas de las recomendaciones que suelen hacer día a día desde detrás del mostrador.
En muchos casos, la farmacia toma un papel muy importante para cumplir estos cuidados mínimos. Los clientes acuden a tomarse la tensión o a controlar su peso en la báscula. Es en ese momento en el que el farmacéutico aprovecha para, de manera más o menos sutil, ofrecer las recomendaciones que estime oportunas.
Por todo ello, las personas siguen confiando en estos profesionales y prefieren acudir a la farmacia de toda la vida —incluso compran a través de sus comercios online— para cuidar de lo más importante que tienen: su salud.