Redacción Madrid. 14 de mayo. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidió finalmente no publicar las fotos sobre el tratamiento de prisioneros en Irak y Afganistán, aduciendo que podrían poner en peligro las tropas destacadas en esos países.
El mes pasado, el gobierno había accedido a publicar cientos de fotos tomadas en las prisiones estadounidenses en Irak, Afganistán y otros países tras perder una larga batalla legal entablada por la Unión de Libertades Civiles Estadounidenses (ACLU, por sus siglas en inglés).
"El presidente reflexionó en este caso y cree que las fotos tienen el potencial de causar daño a nuestras tropas", informó este miércoles en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, al explicar el cambio de opinión presidencial.
Las fotos serían la prueba gráfica de los abusos sufridos por algunos prisioneros en tratamientos que la ACLU y otros grupos de defensa de derechos humanos consideran equivalentes a tortura y que el presidente Obama ordenó detener apenas llegado al poder.
Aunque el equipo legal de la Casa Blanca consideraba que la causa estaba perdida y que apelar la decisión era inútil, ahora el presidente Obama ordenó usar el argumento de la seguridad nacional para desafiar la demanda de ACLU.
La ACLU entabló su demanda en 2003 contra el gobierno de George W. Bush, que argumentaba la "violación del derecho a la privacidad", tanto de los detenidos como del personal militar fotografiado.
En este caso, Obama esgrime razones de seguridad nacional aduciendo que pondría en riesgo a las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán.
"El presidente cree que la existencia de las fotos no añade nada al entendimiento del problema", dijo el portavoz Gibbs, quien aseguró que la prensa no ha necesitado de esas pruebas gráficas para informar sobre los cuestionados sistemas de interrogatorios.
Además, según Gibbs, el equipo legal de la Casa Blanca considera que presentar las fotos "desincentivaría" la investigación sobre los abusos cometidos.
SORPRESA
Portavoces de la ACLU expresaron su "sorpresa y decepción" por la decisión presidencial que anula la previa que, aseguran, les había sido presentada por escrito el pasado 28 de mayo. Para el grupo, la más importante organización de defensa de derechos civiles en EE.UU., la medida va en contra del compromiso con la transparencia informativa que asegura promover el presidente Obama.
El mes pasado, la Casa Blanca pareció abrir una nueva dinámica informativa con relación a las cuestionadas prácticas de interrogatorios al publicar varios memos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), en los que se describían procedimientos como ahogos simulados, privación del sueño o el uso de insectos en los detenidos.
Durante años, funcionarios del gobierno de Bush negaron que esos procedimientos pudieran ser calificados como tortura y crearon un código para el manejo de los interrogatorios realizados por militares. Al llegar al poder en enero pasado, Obama denunció esas prácticas y ordenó su suspensión inmediata.