LAS MISAS DEL PAPA EN LATÍN
Fidel Garcia Martinez. Catedrñatico Lengua Literatura. Doctor Filología Románica.El documento pontificio del Papa Francisco para redefinir las modalidades del misal preconciliar (misa en latín) ha provocado revuelo en algunos sectores, tanto en los considerados tradicionales como en los que han hecho de su capa un sayo a la hora de innovar con ocurrencias fuera de toda norma, que hacen del acto más sagrado de la liturgia católica - la Santa Misa - un popurrí de ocurrencias.
Si unos quieren volver al pasado glorioso del latín, otros no respetan las normas conciliares del presente. El Papa Francisco ni ha rechazado totalmente las antiguas ni ha confirmado las plurales y distintas postmodernas. A Todos los modernos y los antiguos, el Papa les ha recordado que la auténtica liturgia católica es la que ha definido el concilio Vaticano II. Por eso se mostró apenado por los abusos del ambas tendencias en las celebraciones litúrgicas de un lado y de otro: en forma muy caritativa rechaza las pretensiones de los antiguos y los postmodernos: en este caso se fija más en las misas en latín que en las misas de conveniencia según las distintas ocurrencias lingüísticas vernáculas.
Para el Papa un uso instrumental del conocido como Misael Romanum de 1962, supone un creciente rechazo no solo de la reforma litúrgica, sino del concilio Vaticano II: “con la afirmación infundada e insostenible de que traicionan la Tradición y la verdadera Iglesia. Dudar del Concilio- afirma el Papa- significa dudar de las intenciones mismas de los Padres Conciliares, que ejercieron solemnemente su potestad colegial cum Pedro y sub Petro en el concilio ecuménico y en definitiva, dudar del mismo Espíritu Santo que guía a la Iglesia.
El Papa ha tomado esta decisión en relación en cambiar la legislación sobre la misas porque cada vez es más evidente en las palabras y actitudes de algunas personas que existe una estrecha relación entre la elección de las celebraciones según los libros litúrgicos anteriores al Concilio y Vaticano II y el rechazo de la Iglesia y sus instituciones en nombre de los que juzgan como la verdadera iglesia. Postura común a muchos que afirman que el Concilio Vaticano II está superado y se espera un nuevo concilio. Estos comportamientos según Papa Francisco, contradicen la comunión, alimentando ese impulso hacia la división, contra la que el apóstol San Pablo racionó con firmeza.”. Ahora serán los obispos los que determinarán en qué parroquias se celebran las misas en latín, pero con lecturas en lengua vernácula. Celebradas por un sacerdote delegado por el obispo.